OPINION

Parodia o reivindicación real

Miquel Pascual Aguiló | Sábado 30 de diciembre de 2017

Éramos pocos, y parió la abuela, es un refrán perfectamente aplicable al resurgimiento de una idea a partir del 21D en Cataluña, que empezó a visualizarse en el año 2015. Es una propuesta, por lo tanto que ni siquiera es nueva. En una página creada en septiembre de 2015 en el dominio Bcnisnotcat.es, de la plataforma Barcelona is not Catalonia, se decía que “Cataluña se compone de dos zonas claramente diferenciadas desde el punto de vista económico, lingüístico, identitario, poblacional y social. Una parte independentista y otra, entre otras cosas, constitucionalista (Tabarnia)”.

La idea es muy simple, que Tabarnia “sea una nueva comunidad autónoma dentro de España e independiente de Catalunya”.

La base legal para ello la encuentran en la propia Constitución Española del año 1978 en sus artículos 2, 143 y 144. A diferencia de los independentistas los promotores de Tabarnia pretenden actuar dentro de la más estricta legalidad y permanecer en España.

Tabarnia o Bartania (que a mí me gusta más) para el caso es lo mismo, se compondría de las zonas en las que los partidos constitucionalistas, en las elecciones del pasado día 21 de diciembre, sumaron una clara mayoría y como ya ocurrió en las elecciones del año 2015. Las comarcas comprendidas entre la Selva al norte y el Baix Camp al sur, con Barcelona y Tarragona incluidas.

Sus promotores usan los mismos argumentos que los independentistas. Los mismos argumentos económicos, culturales, demográficos, étnicos, que ahora valen para defender, sin tocar apenas palabras, la escisión de Barcelona y Tarragona antes de una supuesta Cataluña independiente, y su pertenencia en España como autonomía.

“Libertad para Tabarnia. Cataluña roba a Tabarnia. Cataluña no ha hecho nunca nada para seducir a Tabarnia. La corrupción de los políticos catalanes ha hundido a Tabarnia en la miseria. Por ello, los ciudadanos de Tabarnia tienen derecho a decidir sobre su futuro. La gente de Tabarnia sólo quiere votar. Tabarnia no va de independencia, Tabarnia va de democracia. Si Tabarnia se proclama autónoma, tendrá asegurada su permanencia en la Unión Europea. Tabarnia, la Crimea catalana”.

Porque Tabarnia se siente oprimida tras tantos años de Govern independentista que ha legislado contra del bilingüismo en Cataluña, del tejido empresarial y de la mayoría social de ciudadanos que en su territorio se sienten diferentes.

Los ciudadanos de Tabarnia denuncian que no viven en una democracia, que no se respetan sus derechos porque el voto de un barcelonés vale la mitad que el de un leridano; que con cualquier otro sistema electoral, el bloque independentista partidario de la independencia habría perdido su poder en el Parlament el 21-D al no sobrepasar el 48% de votos; que a pesar de todo el dinero y medios públicos gastados ilegalmente en promocionar la independencia, los independentistas siguen siendo los mismos de hace diez años, dos millones; que Barcelona tiene un 73,8% de la población catalana, pero solo se reparten el 63% de los diputados, o sea 85 frente a los 100 que le corresponderían.

Desde la plataforma Barcelona is not Catalonia denuncian el “expolio” al que les somete la Generalitat: “cada barcelonés aporta al gobierno de Cataluña 829 euros más de lo que recibe”; que Barcelona y su área metropolitana aportan el 87% de los ingresos de la Generalitat y solo reciben el 59%; que los ciudadanos y empresas de la Ciudad Condal aportan al gobierno de Cataluña 22.468 millones pero solo reciben 17.888 millones en gastos e inversiones.

Como dice el refrán “Quien a hierro mata, a hierro muere”, a los independentistas les ha salido un grano en el pescuezo que de llevarse a cabo podría terminar de una vez por todas con sus ilegales ínfulas, con su corrupción y devolver la calma económica, moral, social, democrática a una zona de España que vive desde hace diez años en un no vivir.

Los independentistas catalanes se lo han tomado a broma y llevan años ignorando, descalificando y menospreciando el movimiento ciudadano que impulsa el derecho a decidir de Tabarnia. En la falsa creencia que si no le hacían caso desaparecería. Sin embargo, algo ha cambiado tras las elecciones del 21D que han avivado las voces de los que reclaman su derecho a decidir en referéndum si se independizan de la Cataluña independentista.

Sea una parodia o una reivindicación real, lo que queda claro es que existe un embrión que no va a dejar que toda esta broma (como la llaman despreciativamente los indepes) de Tabarnia quede en nada. Prueba de ello es que, el pasado martes, se puso en marcha una página de petición de firmas para solicitar al Congreso de los Diputados que Tabarnia “sea una nueva comunidad autónoma dentro de España e independiente de Catalunya” y que ayer contaba ya con 35.000 apoyos.


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