OPINION

Ganas de guerra

Francesca Jaume | Lunes 11 de diciembre de 2017

No queda estético a las puertas de la Navidad -de acuerdo con el calendario- y bien adentrada la Navidad -de acuerdo con la actividad comercial- ser pesimista y parecer que quiere aguarle la fiesta a quien pretende hacer ver que, hipócritamente o no, es feliz, sin embargo, un momento de inflexión dentro de esta supuesta felicidad pascual, y nos daremos cuenta que el mundo no está para tirar cohetes.

Para empezar, los gobiernos de estados muy relevantes dentro del orden mundial están en manos de enajenados mentales que parece que lanzan un pulso a los demás gerifaltes sobre las dimensiones de sus bolsas escrotales. Les importa lo más mínimo que el planeta estalle en mil pedazos siempre que el botón de la bomba nuclear lo hayan pulsado ellos.

Y nosotros ya no sabemos hacia donde mirar, porque el misil nos puede venir del lejano Oriente (Corea del Norte), de Oriente Próximo (Irán) o de más allá el Atlántico (Estados Unidos).

Con este clima, y habiendo siempre personas que no tienen otra dedicación que ir a molestar a los demás, no extraña que se esté hablando continuamente de una Tercera Guerra Mundial, de dimensiones planetarias y mecanismos nunca vistos en otra contienda, puesto que se palpa en el ambiente el incremento de la belicosidad. War is in the Air.

No de otra manera se explica el aviso de una tercera intifada por el hecho de que el repugnante Donald Trump haya anunciado que trasladará la embajada estadounidense en Israel de Tel Aviv a Jerusalén. En teoría, el anuncio del nuevo rico más maleducado del mundo no tendría porqué suponer una consecuencia tan desastrosa para los israelitas, aunque las estrechísimas relaciones entre los sionistas y la economía norteamericana y la posibilidad de romper el acuerdo tácito sobre la ciudad Santa ha bastado para hacer saltar la chispa en el seno de una sociedad que, lo siento, lleva la pólvora en las venas y todo le vale para honrar la gloria de (su) Alah.

Ojo con lo que pueda pasar. Un ataque palestino a los puestos israelitas movilizaría al momento a la Army, y Arabia Saudí e Irán dificílmente quedarían impasibles, a lo que el nene loco de Corea del norte supongo que aprovecharía para echar rienda suelta a sus ganas de demostrar su poder armamentístico.

Pero bueno, como tenemos que estar “supermegahappy” en Navidad, no pensemos en ello.


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