OPINION

Pongamos que hablo de Madrid

Juan Antonio Tormo | Lunes 27 de noviembre de 2017

Hablar de Madrid hoy en día hace inevitable mencionar a su alcaldesa “del cambio” y su peculiar forma de entender la política. La penúltima ocurrencia ha sido la de plantear que los viandantes de Madrid, en determinadas calles comerciales sólo puedan andar en una dirección.

Vamos a ver que si usted se adelanta y se queda atrás su mujer, lo tiene crudo para darse la vuelta e ir a buscarla, tendrá ques esperar a que vuelva, si la desaparecida/o es el niño o la niña, pués habrá que ponerles un geolocalizador para averiguar por dónde estar, regalarles un móvil e intentar contactar con ellos, eso si, sin movernos del sitio. Y si es el perrito que se nos escapa en dirección contraria, pués ……..

Al margen de los chistes que podamos hacer al respecto, uno piensa que no se puede ser tan inepta, tanto ella como sus subordinados aborregados, incapaces de hacerle saber que lo de la anterior alcaldesa Ana Botella con su “relaxing cup of café in Plaza Mayor” queda olvidado y perdonado con creces, ante tales sandeces, vamos que se aplica la ley de Murphy en todo su rigor, en el apartado que dice, que todo es suceptible de empeorar. Pero también queda margen para ponernos un poco más serios y pensar, que estos dirigentes no ven probablemente tan tontos o tan manejables que plantean estas ideas o es su concepto de que ellos son los llamados a hacer una Sociedad a su gusto y para la posteridad y esos votos recibidos, que eran para que trabajen para nosotros en cosas útiles, se ha convertido en un cheque en blanco para hacer lo que quieran.

Señores/as políticos, no me digan como debo andar por las calles públicas, salvo que vaya haciendo el tonto y molestando a la gente, ni se les ocurra en un paso posterior marcar líneas por el suelo para que no nos salgamos de ella, que seguro que son capaces, en aras de un supuesto bien colectivo que sólo se encuentra en unas cabezas que no conectan con la realidad.

En una sociedad dónde tenemos a miles de políticos que no han pegado un palo al agua, que su paso vital por la vida ha sido, el activismo en la Universidad, más activismo al salir de ella, fichar por un partido político y cobrar del dinero público cantidades que en su vida cobrarían en el privado y por otro lado, políticos que llevan toda su vida cogidos a un cargo, mención especial en este apartado al Ministro Montoro que se jacta de ello, los ciudadanos tenemos un panorama un tanto oscuro.

Bueno aprovecho para darle un cariñoso recuerdo a Antonio Flores, al cual le he cogido prestada la frase de portada de este artículo “pongamos que hablo de Madrid” aunque me hubiera gustado que fuera para comentar otra cosa, pero me lo ponen muy difícil.


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