Tanto es así que la falta de descanso ha demostrado aumentar el riesgo de sufrir obesidad, enfermedades cardiovasculares, pérdida de memoria, ansiedad o depresión. Recientes estudios aseguran que solamente un tercio de los españoles reconoce dormir las horas necesarias entre semana, despertándose con la sensación de haber tenido un sueño no reparador y finalizando el día muy cansados.
- Dormir el tiempo necesario ayuda a mejorar el metabolismo de los azúcares al reducir la intolerancia a la glucosa, ideal para prevenir la diabetes o ayudar a controlarla. A su vez, refuerza al sistema inmunológico, minimizando el riesgo de padecer infecciones, tan típicas de las estaciones frías.
- Mejora el estado de ánimo y la tensión arterial, disminuyendo el estrés. Son varios los estudios que han demostrado que, en el adulto, tanto la privación parcial del sueño como un exceso de horas durmiendo tienen un efecto significativo en nuestro estado de ánimo, pudiendo provocar mal humor, irritabilidad y nerviosismo o estrés. El control de dicho estrés a través de un sueño adecuado nos ayudará, de igual modo, a mejorar la tensión arterial y a prevenir enfermedades cardiovasculares.
- Provee de energía tu cuerpo. No tener un descanso correcto se traduce en una continua sensación de fatiga y cansancio, mermando nuestro rendimiento diario tanto físico como mental. Por esto, lo recomendable para adultos entre 18 y 64 años es dormir de siete a nueve horas, lo que permite estar preparado para rendir mentalmente y realizar actividad física que, si se practica de forma moderada y evitando realizarla antes de acortarse, ayuda también a tener una buena calidad de sueño.
- Ayuda a adelgazar. Las personas que duermen menos presentan mayor probabilidad de consumir más alimentos ricos en grasas y carbohidratos refinados, así como menores proporciones de verduras, siguiendo unas pautas dietéticas más irregulares. Estos patrones alimentarios inciden en nuestra salud, asociando la falta de descanso al aumento de peso y, por tanto, al desarrollo de obesidad, enfermedades endocrinas y cardiovasculares.
La explicación radica en que dormir menos de lo recomendado incrementa los niveles de grelina, una hormona que reduce la quema de calorías y estimula el apetito; y disminuye la producción de leptina, hormona encargada de enviar la señal a nuestro cerebro de que estamos saciados y debemos parar de comer.
El binomio vigilia-sueño marca, día a día, nuestro estado anímico, bienestar físico y rendimiento laboral. Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, por lo que una correcta higiene del sueño es sinónimo de positividad y buena salud.