La historia ha ocurrido en Sydney. Seis asistentes a una boda acudieron con el mismo vestido y no eran damas de honor.
Debbie Speranza, una de ellas, ha hecho pública la curiosa historia en su cuenta de Facebook. Dirigiéndose a la empresa de vestidos sugiere que "abran un registro de novias para que sus clientes pueden preguntar si alguien más ha comprado uno de sus vestidos para el mismo evento ????????????" y deja caer que "se merece un bono de regalo para todo este anuncio".