OPINION

Conciliación: una necesidad de la familia de hoy

Agustín Buades | Domingo 30 de julio de 2017

La conciliación de la vida familiar y laboral permite el desarrollo pleno de la familia e incrementa la eficiencia en el puesto de trabajo. Conciliación familiar no es poder llevarse los hijos al trabajo, ni poder llevarlos más tiempo a guarderías o centros de ocio para que los padres trabajen más horas.

Conciliación es organizar la carga laboral y los horarios de trabajo adaptándose racionalmente a las necesidades de la familia: atención y cuidado de los hijos, presencia de ambos progenitores en el hogar, dedicación mutua de los cónyuges, cuidado de los mayores y los dependientes.

Por eso las empresas familiarmente responsables permiten a los empleados adaptar sus horarios a las necesidades de sus familias sin tener que rebajar los índices de productividad.

Y como resultado de estas buenas prácticas, los empleados rinden más en su jornada laboral, acaban con la cultura del presencialismo ineficiente, trabajan con más motivación y crean un ambiente más saludable y positivo.

Por eso la conciliación laboral y familiar implica que las empresas paguen salarios justos a sus empleados; que las empresas que cuiden a las familias reciban incentivos fiscales de las Administraciones; y que se valore socialmente a quienes optan por el cuidado de la familia.

Y para conseguir todo esto hay que:

Incentivar y promover entre las empresas horarios flexibles acordes a las necesidades de los trabajadores con hijos pequeños, al cuidado de personas mayores o dependientes.

Elaborar, en colaboración con los Agentes Sociales, un Código de buenas prácticas sobre conciliación de la vida familiar y laboral en las empresas, en el ámbito de la Responsabilidad Social Corporativa.

Crear guarderías en las empresas o en zonas industriales para optimizar los desplazamientos en familia, e incrementar la financiación pública de las redes de guarderías públicas y de iniciativa social, y de los centros de día.

Dar formación específica para las madres y padres que decidan dedicarse al cuidado de los hijos durante su ausencia del mercado laboral para facilitar la reincorporación.

Hagámoslo y cubramos esa gran necesidad de la familia del siglo XXI.


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