¡Sí, Señoras y señores!, como nos contaban en una de las parábolas de Jesús de Nazaret, en el nuevo testamento, esta semana hemos tenido el regreso a casa de Pedro Sánchez, un político que tuvo que irse porque parecía no ser amado por su partido.
Y ahora, como si de un milagro se tratara, al igual que en la biblia, vuelve a casa, acogido por los votantes de su partido, más fortalecido que nunca.
Sí, queridos amig@s y es que ya nos lo decían en el Evangelio de Lucas, capítulo 15, versículos del 11 al 32,¡regreserá!, entre la parábola de la oveja perdida y la parábola de la moneda perdida.
Las monedas perdidas tod@s las vemos claras, al igual que las ovejas perdidas de nuestros políticos, que digo yo que, más que un rebaño, esto parece una manifestación de ovejas con el GPS invertido, desorientados y pegando palos de ciego para ver, de donde podemos seguir sacando más y más, eso si, todos muy agarraditos a su silla, no vaya a ser que no encuentren el camino de regreso a casa.
Pero en este caso, el Sr. Pedro Sánchez, nos ha demostrado tener el GPS de última tecnología, puesto que, como el hijo pródigo ha sabido encontrar el camino que tanto ansiaba recorrer.
Y ahora más fuerte que nunca, vuelve a la palestra, a la lucha de titanes para demostrar que, tras regresar, va a ser el líder de la gran familia, ¿socialista?.
Y tod@s los españoles una vez más, como en la época de los romanos, a tragarnos el circo, porque el pan, todo hay que decirlo, más bien hay poco pan para el pueblo, pero circo, ¡de eso tenemos mucho!.
Y la verdad es que no me parece mal que haya regresado, porque dentro del partido la alternativa tampoco era muy halagüena y como decía mi abuela, ¡qué narices, por lo menos es bien guapo el chico! y ya que tenemos que ver sus caras por todas partes, ya está bien que nos recreemos la vista.
Y no voy a negar que, como vasca que soy de nacimiento, aunque hija mallorquina de adopción, mi tocallo Patxi López, como político, posiblemente lo hubiera hecho mucho mejor, pero el chico, no tiene el swing necesario para hacerlo, ¡no señor!, no tiene esos aires de superioridad que tiene el Sr. Sánchez al caminar, aunque haya quien lo llame chulería y altivez, la verdad, es que en este circo de la política de hoy en día, como gladiadores en el coliseo nacional, Sánchez es ¡lo más!.
Y ahora veremos que ha aprendido este gladiador en las mazmorras durante este tiempo que ha estado en ellas y veremos si es capaz de dar la vuelta al partido que tanto se necesitaba.
Yo como buena coach que soy, me guardo mi opinión personal, ya que no importa en absoluto y le concederé el beneficio de la duda, observando desde las gradas, sus movimientos en este circo romano que estamos viviendo.
Binvenido a casa, hijo pródigo, el país te recibe nuevamente y ahora no te queda más que demostrar que mereces el abrazo del pueblo que te ha elegido.