Beatriz Vilas | Jueves 06 de abril de 2017
En estos días, han salido en las noticias algunos casos de seudo-famosillos, que han conseguido serlo a base de timar a los que tienen cerca de ellos y de hacerse valer de la pena y la lástima de las personas que a través de las redes sociales han contactado con ellos.
Casos que cuando alguien los oye, ponen la piel de gallina, como inventarse enfermedades suyas o de sus hijos para conseguir dinero.
Estos malhechores y cantamañanas del tres al cuarto, se hacen pasar por enfermos terminales para que el público en general sienta pena y lástima de ellos y así conseguir un beneficio económico.
Esto, señores y señoras es terrible, pues abusan de las personas y de los buenos sentimientos que tienen las mismas, pero pienso que todavía el perjuicio es mayor porque hace que la gente en general, pierda la poca fe que nos queda en la humanidad.
Es cierto no podemos decir que “todos son iguales”, pero ¿qué credibilidad van a tener las personas que ahora publiquen que necesitan ayuda en las redes sociales, cuando no ha sido un caso aislado, sino varios los que nos hemos encontrado?.
Obviamente a ellos les da exactamente igual que sea así, de lo contrario no actuaría de esta manera, pero el problema ya no es un tema de delinquir, es un tema moral donde los hay.
Históricamente ha habido sinvergüenzas que se hacen pasar por buenas personas para conseguir un beneficio económico, de incautos, generalmente escogidos entre ancianos o personas sin muchas posibilidades económicas, como el famoso “timo de la estampita”, pero ahora, en un momento en el que la humanidad carece absolutamente de valores, pareciera que estos casos son más sangrantes.
¿Cómo puede una persona inventarse una enfermedad terminal para que se compadezcan de él?. Muy fácilmente, porque no tiene escrúpulos y carece de valores.
Los valores personales, son las normas morales que tenemos desde que nacemos y que han sido inculcados por nuestros educadores y gracias a ellos podemos tener una vida con sentido.
Pues bien, esos valores son los que hacen que nuestra sociedad pueda seguir caminando un día más y sin ellos estamos perdidos.
No entraremos a descategorizar más a las personas, pues esto no nos llevaría a nada positivo, solamente desde aquí quiero animar a las personas a que sigan confiando en la raza humana y que piensen que esto existió toda la vida, simplemente que ahora nos enteramos porque se hacen virales los resultados de los timos.
Vivimos un momento convulso en el que a veces no sabemos dónde está el norte, pero este nuevo orden de las cosas volverá a tener una estrella que nos haga ver el camino
Mantengamos la fe en el mundo y tengamos en cuenta que solo de nosotros depende que todo cambie.
¿Te apuntas al cambio?
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