Ya he comentado otras veces la voracidad que no cesa de nuestros gobernantes, machacándonos a impuestos de todo tipo, directos, indirectos o directamente “absurdos” como es el impuesto al Sol. Vamos a ver, a este País se le ha exprimido en estos últimos años hasta la última gota, sobre todo a las clases medias y pequeñas y medianas empresas, porque por la parte de arriba, ya tenían sus medios para pagar menos como son las SICAV (Sociedades de Inversión) y por la parte de abajo las clases bajas directamente no podían dar ni un euro más.
Quizás ha llegado el momento de cambiar algo el sistema de pensar y hay que incentivar a las economías domésticas para que puedan tener mayor consumo y empezar a dejar el dinero dentro del bolsillo de las personas. Incluso pensar que con una bajada de impuestos se podría recaudar más, ya que creo honestamente que parte del fraude fiscal se podría acabar si la gente percibiera que la presión es menor y también ayudaría ver que nuestros impuestos están mejor gestionados.
En definitiva lo que quiero plasmar es que después de diez años de crisis, semicrisis y pos-crisis, ya es hora de intentar hacer otras cosas, porque la condena sobre esta sociedad está siendo demasiada dura. No estaría mal por ejemplo, que volviera de manera rápida a las manos de sus dueños, el dinero pagado de más a los bancos y que ese impuesto tan sumamente injusto que es el IGIC, se relajase algo.
Todos los que somos padres, sabemos que cuando no salen bien las cosas en el colegio a nuestros hijos, hay que probar otras cosas, cambiar horarios de estudios, ayudar en lo necesario e “incentivar” a nuestros hijos, porque necesitamos una reacción para que la cosa mejore, es innato en el ser humano, no se puede ir siempre pisando el acelerador porque uno se acaba estrellando.
EL otro día oía que nuestro Presidente de Gobierno hablaba de estar en el vagón de cabeza de la Eurozona, de tener una velocidad más que los demás países, quizás lo que no se ha dado cuenta que a muchos conciudadanos suyos les viene justo pagar la gasolina o el bono-bus, para que les diga que hay que acelerar.
Pruebe a incentivar y suavizar la presión Sr. Presidente, esto se ha probado otras veces y ha dado un gran resultado tanto en nuestro país como en otros, pero sobre todo haga algo un poco diferente, se lo agradecerá mucha gente, porque como también suelo decir a cualquier gobernante, usted es el Presidente de todos y demás gobernar para todos.