Santiago Fiol | Martes 06 de diciembre de 2016
Si no me equivoco hoy se cumplen treinta y ocho años de la aprobación de la Constitución de 1978; una Ley consensuada en un ambiente hostil, con ruido de sables, asesinatos demasiado frecuentes por parte de bandas terroristas e impulsada por una ciudadanía que vivió una dura dictadura y hambre de libertad.
La mayoría de los ponentes, conocidos como padres de la constitución, procedían del régimen que se inmoló en una sesión histórica de las cortes franquistas el 18 de noviembre de 1976. Sin esa votación las cosas hubiesen sido más difíciles. Ese fue un momento histórico, el principio del fin del régimen.
Treinta y ocho años después podemos decir que con esa Constitución, Ley de leyes para los cursis, no nos ha ido nada mal. No existe riesgo de involución, el escenario de una asonada no es real y disfrutamos de un régimen de libertades propio del entorno en el que nos encontramos, en Europa. Las libertades de las que gozamos en nada se parecen a las de Cuba, Venezuela, Corea del Norte, China y la mayoría de países árabes entre otros muchos, demasiados a mi parecer.
A estas alturas y visto el espectáculo político que estamos viviendo a nivel nacional creo que es el momento de hacer una mención a quienes fueron ponentes de la Constitución; gracias a Cisneros, Fraga, Herrero de Miñón, Peces Barba, Pérez Llorca, Roca y Solé hemos podido gozar del más largo período de libertades de nuestra historia.
La Constitución, en definitiva, no es más que una Ley y tiene que adecuarse a los tiempos que corren para resolver los problemas que plantea la sociedad del siglo XXI muy diferentes a las necesidades que teníamos saliendo de una dictadura hace cuarenta años. Debemos reformar la Constitución, sin ninguna duda!!! Pero debemos hacerlo desde el consenso y conociendo el puerto al que queremos llegar, basta ya de parches, debemos hacer una reflexión desde la ciudadanía para definir el modelo sociedad que queremos para los próximos treinta y ocho años; no lo hagamos en caliente e irreflexivamente. Lo ocurrido el pasado domingo en Italia nos debe servir de ejemplo. Felicidades y que pasen un buen día.
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