La realidad virtual se está convirtiendo en el nuevo antojo de esta generación de videojuegos gracias a nuevos dispositivos como el Oculus Rift y la PlayStation VR, del mismo modo que en la generación anterior hubo un antojo por los controles de movimiento como Wii, PS Move y Kinect.
Por supuesto, la realidad virtual aguarda un grandísimo potencial, puede ofrecer una excelente inmersión para los juegos y una manera muy única de jugar. Pero dando mi honesta opinión, según lo veo yo se trata de una tecnología que aún es bastante joven para sacar conclusiones ahora mismo. Obviamente ésto no significa que no vaya a tener un buen futuro, más bien al contrario, pero a la realidad virtual aún le falta evolucionar un poco más para llegar al nivel de la calidad de una consola normal de videojuegos.
Pues bien, ¿qué es lo que le falta a la realidad virtual? Lo mismo que todo proyecto de la industria debe tener: Grandes juegos.
Un gran pecado de las consolas VR, así como un gran pecado que tuvieron PS Move y Kinect en la anterior generación, es la prioridad en el público casual ante el público más aficionado cuando lo adecuado es un balance entre ambos. No hay nada de malo en disfrutar de juegos casuales, de hecho son necesarios para el mercado para así disponer de variedad de vendedores, pero los juegos para público casual no son lo bastantes complejos y satisfactorios para el público aficionado, ellos buscan juegos que quieran ser algo más que unos minijuegos hechos solo por la novedad de la realidad virtual.
Como mencionamos antes, este fue el motivo por el que los juegos de PS Move y Kinect no lograron del todo competir con los juegos de la Nintendo Wii, porque este último tenía juegos muchísimo más destacables. En la Wii los jugadores casuales encontrarían disfrute en juegos sencillos como Wii Sports y semejantes, pero los jugadores más aficionados se podían quedar con juegos más completos y memorables de dicha consola como Xenoblade Chronicles, Mario Galaxy, No More Heroes, etc.
Otro buen motivo es el precio, es cierto que la realidad virtual es un nuevo producto que necesita crecer y por ese motivo debe ser vendido a un precio un poco alto, pero para los juegos que ofrece realmente no merece la pena pagar semejante precio por semejante contenido. Comprar un dispositivo de realidad virtual es básicamente comprarse una consola nueva con sus juegos, y ésta ya no debería ser una decisión a tomar a estas alturas en esta generación de juegos.
Curiosamente el tema de los juegos de realidad virtual y demás me trae de vuelta a mis memorias de las máquinas recreativas, muchas máquinas recreativas disponían de mecanismos únicos con los que interactuar con los juegos (pistolas para disparar a la pantalla, guantes de boxeo para golpear oponentes, cascos con pantallas integradas). Sin embargo en esas máquinas recreativas sí había ese balance entre material para público casual y aficionado, habían máquinas con juegos simples pero también juegos más elaborados y complejos. Yo creo que los que quieran crear mecanismos innovadores para jugar deberían echarle un ojo a lo que fueron las máquinas recreativas.
Por el momento, no veo necesario obtener un dispositivo de realidad virtual a menos que sea un elemento que realmente te interese mucho, aun si dispone de su variedad, los juegos no están del todo pulidos y sería más recomendable esperar a que se desarrolle mejor y ver qué dirección toma. Lamentablemente lo único que podemos decir por ahora es que es la moda del momento.
Afortunadamente en PC ya hay una cantidad de juegos decente que apoyan el uso de la Oculus Rift, así que si sigues interesado en el concepto entonces tienes al menos esa salida, que dispongas del dinero o prefieras esperar a que rebajen el precio ya es cosa tuya.
Y bien, he estado guardado lo mejor para final, los juegos de realidad virtual eróticos.
¿Todo lo que he dicho en párrafos anterios? Pues todo eso se anula con los juegos eróticos, en este campo opino que aquí la realidad virtual tiene un grandísimo futuro y no podría estar más impaciente por probar los excelentes juegos adultos que nos esperan.