Una vez más la actualidad se ve sacudida por un crimen múltiple que ha conmocionado a todo el mundo y en particular a la sociedad norteamericana y a la comunidad LGTB. Aunque aún es pronto para calificar lo sucedido ayer en el club nocturno de ambiente gay ‘Pulse’ en Orlando (Florida), pues las autoridades aún están investigando si se trata de un atentado terrorista o de un crimen de odio, estamos ante la matanza más luctuosa despues de los atentados del 11 de septiembre de 2011 en suelo norteamericano.
Una cincuentena de fallecidos y otros 50 heridos, al parecer causados por un varón musulmán, pone sobre la mesa datos y motivaciones que han de ser esclarecidas pues dejarse llevar por el dolor y la furia no es sensato. De inmediato han salido personas y colectivos a atacar a los musulmanes y ya se ha difundido un vídeo donde un destacado líder de la comunidad islámica de Orlando afirmaba que la sentencia para los homosexuales era la muerte.
Ya sea un crimen de odio, ya sea un atentado terrorista, que ya se aclarará, lo importante ahora es honrar a las víctimas y a los heridos y hacer público un mensaje de tolerancia, respeto e igualdad. También en España y en Balears se producen crímenes de odio cada año que han de combatirse con educación y sensibilización. La Ley aprobada recientemente en el Parlament por unanimidad de todas las fuerzas políticas es un instrumento legal muy poderoso y efectivo para ello.