Esta vecina decidió poner una cámara de vídeo en el garaje para identificar al menor y enseñar a todo el mundo lo que hacía.
El niño acudía todos los días a la casa de Hollie Breaux Mallet, entraba corriendo en el garaje donde se encontraba su perra, la abrazaba con cariño y luego salía corriendo.
Cuando Hollie publicó la historia en Facebook y pedía encontrar al niño para decirle que podía jugar con su perra, pocos días después la madre del niño contestó y le contó que hacía poco tiempo el menor había sufrido la muerte de su perro.