Y es que, el bruxismo, que se suele producir por las noches, afecta a la musculatura orofacial y suele provocar dolores en la zona preauricular, en los músculos de la masticación e, incluso, en la articulación temporomandibular.
"La funcionalidad de los músculos orofaciales que intervienen en el habla, la respiración, la masticación o la deglución se ven especialmente perjudicados por pacientes que inconscientemente fuerzan la musculatura de la zona", ha comentado la responsable del área de logopedia de los centros Nascia, María Mejía.