Precedida de un gran éxito de la crítica, ‘Carol’, la nueva película de Todd Haynes, se presenta en España como un relato contenido del amor entre dos mujeres en una época en la que ello podía ocasionar grandes problemas.
Patricia Highsmith, escritora de la novela en la que se inspira la cinta, ha resultado ser una escritora muy cinematográfica, aunque casi siempre he echado en falta en las adaptaciones de sus obras ese punzón clavado en la psique de los personajes. Esta no es una excepción a la regla, si bien Haynes realiza una meritoria descripción de la relación entre ambas mujeres, interpretadas magistralmente por Cate Blanchett y Rooney Mara.
La cuestión está más en su acercamiento a la historia, pues, aun dotada de una perceptible sensibilidad, no deja de ser la visión de su hombre de una relación de dos mujeres, en una época lejana que no llegó a comprender (si acaso llegó a vivirla). Por eso convierte a ‘Carol’ en poco más que un intenso duelo interpretativo.
Las actrices protagonistas adquieren un mayor nivel dentro de este universo, profundizan donde su director no puede llegar y dotan a sus escenas de una arrolladora sobriedad que lleva soterrada la química latente entre ambas. Su juego de miradas es fascinante.
Solo por ellas la película merece todas las consideraciones que está recibiendo en esta agitada temporada de premios, aunque de la sensación de fallida en ciertos momentos en los que la trama vacila. Aun así, tal y como está el cine hoy en día, cualquier película en la que actúe Cate Blanchett merece ser vista.