Societat Civil Catalana ha convocado a miles de ciudadanos, este domingo, en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona y alrededores, para protestar contra el Gobierno de la Generalitat por mantener un proceso secesionista que roba a los ciudadanos la democracia.
Durante el acto, Rafael Arenas, presidente de la entidad, ha señalado que los dirigentes independentistas “han secuestrado nuestras instituciones” y “continúan afirmando que llevarán a cabo sus planes” aunque “ahora ya es evidente que han fracasado en conseguir el apoyo social mayoritario de los catalanes pese a la propaganda, pese al partidismo de las instituciones, pese a todo”.
“Ha llegado la hora de no admitir más mentiras”
Arenas ha exigido a los dirigentes independentistas que “devuelvan” las instituciones y símbolos comunes: “Queremos tener una escuela no politizada y administraciones que trabajen por el interés común.
En definitiva, queremos lo que ellos tantas veces han pedido: un país normal, un país democrático”. La concentración ha servido para manifestar que “hasta aquí hemos llegado” y para decir “basta” a un proceso secesionista que “no ha sido más que la culminación del plan nacionalista, aquel que de mil formas pretendía que fuera calando la idea de que los catalanes no participábamos plenamente de la comunidad política española. Un plan que de mil formas iba separándonos del resto de españoles y, también, de Europa”.
El presidente de Societat Civil Catalana ha concluido su intervención indicando que: “Ha llegado la hora de no admitir más mentiras: la independencia no es una solución, sino un problema.
Las dificultades hemos de afrontarlas unidos y unidos las superaremos. Junto con el resto de los españoles conseguiremos una sociedad más rica, más justa y más libre. Lo hemos demostrado en el pasado y lo volveremos a hacer”.
“El proceso es un artefacto profundamente tóxico, corrosivo de la convivencia”
Por su parte, Joaquim Coll, vicepresidente de Societat Civil Catalana, ha denunciado que “democráticamente no tiene ningún sentido ni justificación proseguir con lo que no tiene legitimación para ser culminado” y ha exigido a los dirigentes separatistas que “salgan de su engaño y sobre todo que dejen de engañar a sus propios votantes y al conjunto de la sociedad catalana”.
“Hoy estamos aquí para rechazar no solo la idea de la secesión, que los mismos independentistas saben que ha fracasado a medio plazo, sino sobre todo para condenar un proceso que hace daño a la sociedad catalana.
Para denunciar, como afirma el lema de nuestra concentración, que el proceso nos roba”, ha añadido Coll. El vicepresidente de Societat Civil Catalana ha puesto como ejemplo de la situación lo ocurrido recientemente en Sant Hipòlit de Voltegrà, donde el secesionismo ha enseñado “la pata totalitaria” al amenazar con no pagar el funcionario a los funcionarios que no sean independentistas.
Finalmente, Coll ha indicado que Societat Civil Catalana lo tiene claro: “El proceso no es festivo ni democrático, sino un artefacto profundamente tóxico, corrosivo de la convivencia, un caso paradigmático en Europa de populismo nacionalista que lleva el huevo de la serpiente de la intolerancia y la confrontación social”.