terry
La Gala de anoche se esperaba con ganas. Ya que sabíamos que el triángulo amoroso del que llevamos hablando desde que comenzó esta edición estaba a punto de romperse; una guerra entre Raquel y Sofía que dejaría como vencedora a Sofía con un porcentaje muy reñido hasta el último momento.
Comenzó la gala y con ella el desenlace de la historia de amor entre Suso y Raquel, que parecía que, después de unos altibajos que sufrió la parejita el pasado martes, atravesaban su mejor momento, incluso con declaración de intenciones horas antes de la gala en el supuesto caso de que fuera Raquel la que abandonara la casa, cosa que finalmente sucedió.
En cuestión de minutos Mercedes comunico que Amanda era la propietaria del porcentaje más bajo y que por lo tanto la expulsión era cosa de dos, Raquel y Sofía, que estuvieron aproximadamente una hora en la sala de expulsiones.
Creedme que anoche por momentos sentí que era yo la que lo estaba sufriendo, en Gran Hermano el tiempo pasa muy lentamente, y no quiero explicaros lo que se siente ya… si estás durante más de una hora (que ahí dentro son como 10) en una habitación de 5 metros cuadrados, sin ventanas, y encima con tu peor enemigo, sin cruzar media palabra, muy angustioso por describirlo de alguna manera.
¿Y por qué os cuento esto?. Pues porque ese fue uno de los momentazos de la gala, en el que les mostraron a Raquel y a Sofía los videos de la historia de ambas con Suso, gran protagonista de esta edición. He de admitir que en principio no me gustó que hiciesen a los concursantes conscientes de cómo estaban las cosas fuera (enseñando porcentajes ciegos cada domingo y martes en los debates, o la novedad de enseñarles los videos antes de ser expulsados) pero la verdad que viéndolo como espectadora también tiene su rollo, ya que esto genera más contenido y las situaciones puedan cambiar rápidamente.
Todavía es pronto para hacer conjeturas sobre las consecuencias que tendrá que Sofía haya visto dichos vídeos, pero sí nos quedó más claro ayer cual fue su postura. No puedo con ella, no me la creo. Hubo algún momento en el que lo intente pero me bastó con pegarme dos horas de enganche al 24 horas para reafirmarme en que esta chica es puro teatro, y, ¡cómo no!, ayer lo demostró una vez más, con su actitud en el momento de la cuenta atrás para la expulsión, queriendo estirar el papel de víctima hasta último momento, para ver si así le cuadraba (y tanto que le cuadró) y se quedaba en una casa con Suso y sin Raquel. Me juego lo que sea a que realmente era lo que ella ansiaba, más que permanecer en el concurso, y por supuesto ganarle la batalla a Raquel, esa mujer que le arrebató a su Suso, “su niño”, como dice ella.
Pero bueno quizás la actitud de Sofía podamos justificarla de alguna manera, es una niña y encima está acostumbrada a que siempre le digan que sí. Éste no ha sido el caso y se ha cogido un berrinche.
La actitud de Raquel sí que no la comprendo. Yo me creo que se haya sentido especial con Suso y que sienta ganas de algo más, pero el papel de enamorada de ayer no se lo compra nadie, ya tiene 29 años, y Suso a su lado es un niño; son situaciones que creo que ella tiene más que manejadas, así que esos fueron los motivos que hicieron que Raquel bajara un par de puntos, y por eso fue la expulsada.
Anoche se daban por finalizadas las asambleas de los secretos, con el descubrimiento de los 3 secretos que quedaban. Como ya todos sospechábamos, Enrique era el concursante que lo sabía todo sobre Gran Hermano, Carolina es la que ve espíritus (cosa que prefiero no comentar) y Marta era la conocedora de todos los secretos.
La inmunidad en esta ocasión llegó a la casa de la mano de Pablo López, que escondió su CD como seña de ésta. Enrique por segunda semana consecutiva fue el que consiguió la inmunidad. Mala suerte, porque creo, y espero no confundirme, que Enrique se ha cavado su propia tumba.
Además, en esta ocasión la inmunidad llegaba después de las nominaciones, a diferencia de la semana pasada, unas nominaciones a la cara que descuadraron por completo a los habitantes de Guadalix, y finalmente quedaron con cuatro nominados: Amanda, Enrique, Han y Suso.
Sin embargo, ahí Enrique intentó jugar su baza. Tras saberse los nominados, se le comunicó en el confesionario que tenía la opción de salvar a alguien, y él (que lo sabe todo de Gran Hermano, y anoche nos lo dejó bien claro), en lugar de salvarse a sí mismo, como hubiera hecho cualquiera, decidió tener el “detallazo” de salvar a Han, que como bien él ha percibido por los aplausos de galas anteriores, tiene gran apoyo del público. Así queda como un buen amigo y compañero, pero yo lo que más deseo es que le salga mal la jugada y sea el próximo expulsado, y que eso de que tiene la formula bien aprendida para ganar Gran Hermano se quede en un mero sueño para él.
Me despido recordando que los nominados de esta semana son Amanda, Enrique y Suso, y que se tiene que ir Enrique sin lugar a dudas.