En concreto, al líder de Forza Italia se le acusa de haber pagado entre 2006 y 2008 a través de Valter Lavitola --quien ha sido condenado a la misma pena-- al entonces senador Sergio De Gregorio, quien había sido elegido en representación del centro-izquierda, para que se pasara al centro-derecha y sabotear así a Prodi.
La primera sección penal del Tribunal de Nápoles ha dado la razón a la tesis del fiscal, Vincenzo Piscitelli, quien durante el proceso había denunciado que Berlusconi realicó "una inversión económica colosal" cuyo fin último era "mandar a casa a Prodi y ocupar su puesto".