OPINION

Cuestión de perspectiva

Julio Fajardo Sánchez | Jueves 27 de marzo de 2025

La perspectiva es un sistema de representación en el que todas las líneas convergen en uno o varios puntos, llamados puntos de fuga. Si una no se encuentra en esta relación produce una distorsión y un evidente rechazo a la vista. De forma que todos los puntos deben obedecer a esa transformación visual y, si no lo hacen, porque aún no se ha producido esa situación hay un desequilibrio debido a una adaptación incompleta al resultado final. Esto forma parte de la ficción de los trampantojos que convierten a la realidad en una apariencia.

A los cambios sociales les ocurre lo mismo, y no digamos a los ideológicos, donde la nueva realidad queda deformada hasta que no logre imponer su presencia definitiva. Por eso los tiempos de mudanza tardan en hacerse efectivos y la convivencia de lo antiguo con lo que se modifica se hace áspera e incómoda. Pasa como en los viaje de Gulliver, donde los gigantes conviven con los enanos en el país de Liliput. Jonathan Swift sabía mucho sobre estas alegorías contradictorias que le servían para retratar el mundo de su época. Ahora nos faltan hombres como él que ilustren con una parodia qué es lo que nos pasa realmente.

Don Gregorio Marañón, que era un sabio además de médico, estudió al Greco en Toledo. Hizo inventario de su biblioteca y encontró todos los libros de prospectiva que se habían publicado en el Renacimiento. Luego descubrió que los que le sirvieron de modelos para los apóstoles eran los internos de un manicomio, con lo que llegó a concluir que muchas veces la verdad se encuentra en la deformación de la realidad, en una especie de trampantojo con el que sometemos a nuestro pensamiento. Antes que él, el grupo de Cau Ferrat, formado por Santiago Rusignol y sus amigos habían reconocido las excelencias de este extraordinario pintor que deformaba a la anatomía humana intencionadamente, mientras silbaban o aplaudían a las puestas de sol que contemplaban desde Sitges.

El mundo siempre ha consistido en una traslocación, eso que los matemáticos llaman traslación de coordenadas. La de Lorentz es quizá el origen de la teoría de la Relatividad de Albert Einstein. Trasladar el origen de las cosas, o el del Universo a otra estrella, o del punto de vista para enjuiciar a lo habitual, supone situarse en un punto de vista diferente para el que hay que someterse a un periodo de adaptación que no se consigue de un día para otro. Los geómetras analíticos lo consiguen con una matriz transformadora, para pasar de unas coordenadas a otras, pero nosotros, que somos simples mortales no nos adaptamos tan fácilmente a las perturbaciones que nos provocan los cambios.

Por eso, en la perspectiva, aún no perfeccionada se observan deformaciones inadmisibles, igual que en Liliput la figura de Gulliver es desproporcionada en relación con lo que le rodea. Estamos viviendo una alteración de costumbres y de comportamientos y respondemos con recomendaciones obsoletas que no nos llevan a ninguna parte. Por eso consideramos ridícula a esa comisaria europea que nos recomienda incluir una navaja suiza o un mechero en un kit de supervivencia.


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