Previo a la ceremonia, Trump y su esposa, Melania, participaron en un servicio religioso en la iglesia de San Juan, conocida como la "iglesia de los presidentes". Posteriormente, se reunieron en la Casa Blanca con el presidente saliente, Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, en un encuentro que ha simbolizado la transferencia pacífica del poder.
La investidura ha contado con la presencia de aproximadamente 800 invitados, incluyendo a los expresidentes Joe Biden, Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama, así como al empresario Elon Musk. Ha destacado también la asistencia de líderes internacionales, como el presidente de Argentina, Javier Milei, y la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, marcando una novedad en este tipo de ceremonias.
En su discurso inaugural, Trump ha declarado: "La edad de oro de Estados Unidos comienza ahora mismo", enfatizando su compromiso con una "revolución del sentido común". Ha anunciado su intención de revertir políticas de la administración anterior en áreas como inmigración, comercio y cambio climático. Se espera que firme más de 100 órdenes ejecutivas en sus primeros días en el cargo, incluyendo medidas para restringir la inmigración y eliminar programas de diversidad e inclusión en instituciones federales.
La seguridad en Washington D.C. ha sido reforzada significativamente para el evento, con un amplio despliegue de fuerzas del orden para garantizar el orden durante las celebraciones, que han incluido desfiles y bailes inaugurales.