Anoche me tropecé con Fernando Clavijo en la calle de San Agustín. Ya era un poco tarde. Venía con Elisa, su mujer, ambos en chándal, de caminar. No le pregunté por la política. Somos personas educadas. Hoy leo en El País un editorial que sugiere que, si en lugar de con el PP gobernara con el PSOE, el problema de los menores inmigrantes estaría resuelto. Esto no es verdad, y si lo fuera sería una aberración confesar que un Gobierno resuelve o no los problemas de los ciudadanos de una región en función de con quien haya pactado el Gobierno. Este caso también se sospechó en la actuación de la dana de Valencia y viene a demostrar el sectarismo político dependiendo de a quien votes. El País no debería decir esto porque hay personas inteligentes con capacidad para interpretarlas. Si las cosas son tal como las dicen, mejor será disimularlas para no quedar en evidencia, a menos que el mensaje esté dirigido a las parroquias, lo que vendría a probar que no están tan seguras como parece.
Me tropecé con dos personas más en mi paseo lagunero. Ayer estaba casi todo cerrado y los amigos a los que vi habían salido a patearse las calles. Cualquier momento es bueno y sirve para expansionarse en esta ciudad que cada día está más bonita. El 30 por la tarde subí al Teide con mi hijo, después de comer. Bajando por la Esperanza vimos a un grupo de menas que se dirigían a Las Raíces. Iban de dos en dos. Hacía algo de frío. Pensé que los podíamos acoger a todos en mejores condiciones. Quieren trabajar, quieren mejorar, quieren tener unas óptimas condiciones de vida. Esto me parece justo, para ellos y para todas las personas del planeta. A veces me detengo a hablar con algunos de estos chicos en La Laguna y creo que el prestarles comprensión y atención es lo mejor que puedo hacer. No voy a explicarles que la situación no mejora porque los políticos no se entienden entre ellos y pretenden sacar rentabilidad del enfrentamiento que protagonizan en su nombre. No se los voy a explicar porque no lo comprenderían. Por eso me escandaliza el editorial que he leído esta mañana y por eso no le pregunté a Clavijo nada sobre el asunto. Entre otras cosas porque somos personas educadas y porque lo que me podría explicar se explica por sí solo. Para quien lo quiera entender, claro está.