OPINION

Antiaging, la eterna juventud

Beatriz Vilas | Jueves 26 de diciembre de 2024

Vivimos en un tiempo en el que envejecer está mal visto y nuestra sociedad parece haber olvidado que, si todo va bien, debe de ser así.

Vemos a personajes públicos de 60 años que parecen tener 40 y pensamos que la cirugía es la única solución para ello.

No obstante, podemos aprender a prolongar nuestra juventud de manera natural sin recurrir a la cirugía porque, ¿de qué te sirve parecer más joven si tu cuerpo siente los años porque no lo has sabido cuidar bien?

La juventud no se ve exclusivamente en las arrugas, sino en tu estado de salud y eso debe cuidarse de una manera holística, en cuerpo, mente y espíritu.

Empecemos por dar importancia a la alimentación, somos lo que comemos, bebemos y nos cuidamos.

Llevar una alimentación equilibrada es la base de una salud de hierro y los suplementos vitamínicos pueden otorgarnos lo que nos falta en nuestro organismo.

Para ello siempre deberíamos de guiarnos de especialistas en la materia, al poder ser buenos expertos en antiaging, o antienvejecimiento.

A partir de cierta edad que, aunque depende de la persona, suele ocurrir a partir de los 40, la prevención debería de ser obligatorio.

Prevenir es el mejor antídoto antiaging que existe y sin esa prevención será complejo después solucionar ciertas dificultades que vayan surgiendo.

A estas alturas del partido, es por todos conocido, que fumar o beber en exceso siempre es perjudicial para nuestra salud, al igual que no realizar ejercicio.

Ahora más que nunca es sencillo y está al alcance de casi todo el mundo poder realizar esta prevención, ya que no es necesario para caros gimnasios si no se tienen posibilidades económicas para hacerlo. Caminar y hacer unos sencillos estiramientos cada día, será el mejor ejercicio físico que podemos hacer.

En cuanto a la mente, realizar crucigramas, leer, las distintas actividades y artes, escribir un diario, nos mantendrá la mente activa.

Evitar pasarse todo el día viendo la TV, también es importante para mantenernos activo mentalmente.

Activar la comunicación con nuestros seres queridos, con diferentes grupos sociales, ayudar en ONGs, o grupos de ayuda a los demás, hará que estemos tanto bien mental como emocionalmente.

Cuando nos hacemos mayores, aprender a estar más en el otro que en nuestros problemas, nos hará desdramatizar las cosas que nos pasan día a día.

El voluntariado en diversas asociaciones, tanto culturales como sociales, hará que salgamos mentalmente de nuestros problemas y seamos conscientes de lo que realmente ocurre en el mundo.

Aislarse será la peor solución para nuestra mente y para nuestra alma.

A nivel espiritual, aprender a meditar cada día, para encontrarnos en paz con nosotros mismos, será el camino más corto para sentirnos plenos.

Si somos capaces de llegar a una edad madura y sentirnos en paz con nuestro interior y con nuestras vidas, será que hemos aprendido lo que veníamos a hacer a esta vida.

Disfrutad de cada momento que vivimos, de una buena comida, de una reunión con amigos o familia o simplemente de un buen libro, nos ayudará a sentirnos felices y alargaremos nuestra vida.

Cuando una persona se siente bien por fuera, automáticamente se sentirá bien por dentro y viceversa.

Por ello es importante cuidarnos tanto por fuera como por dentro.

Prolongar nuestras vidas, siempre y cuando sea con calidad de vida, será el secreto de una vejez saludable.

Envejecer es inevitable, pero si es bien cierto que, en una gran parte, depende de nosotros cómo queramos hacerlo, con o sin dignidad, con o sin salud.

Convertirse en una carga para uno mismo, para la familia y para la sociedad, no tiene sentido y hay una gran parte que nosotros podemos aprender a gestionar.

El resto se lo dejaremos al azar y a los planes que Dios tenga para nosotros.


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