En una ceremonia que se ha iniciado sobre las 18:30 horas y que ha reunido a decenas de dignatarios de todo el mundo, el arzobispo de París, Laurent Ulrich, ha sido el responsable de abrir las puertas de la catedral a los asistentes: “Hermanos y hermanas: Entremos ahora en Notre Dame. Abrid vuestras puertas para reunir con alegría los hijos de Dios”.
Dignatarios entre los que no había españoles puesto que a la ausencia de los reyes de España (con agenda por el funeral en Valencia en recuerdode las victimas de la DANA), se sumó después el rechazo del Ministerio de Cultura -liderado por Ernest Urtasun- a acudir a la ceremonia, una ceremonia que ha transcurrido en tres partes: el primero de ellos, el “despertar” del Gran Órgano, el más grande de Francia con sus 8.000 tubos y 115 registros.
En segundo lugar, el “canto del Oficio”, una serie de salmos y oraciones que han incluido el Padrenuestro y, para concluir, una bendición final del arzobispo y la interpretación del “Te Deum” por parte del coro.
Cabe recordar que tras el incendio que destruyó la catedral, las autoridades lograron reunir unos 850 millones de euros gracias a las donaciones de 340.000 personas de 150 países.
Emmanuel Macron, presidente de Francia, aseguró entonces que el templo se reconstruiría en cinco años y prometió “hacerla aún más hermosa”. Hoy, Macron ha dado por cumplido el objetivo y ha asegurado que el mundo “nos está mirando”.