OPINION

Aspiradores de riqueza

José A. García Bustos | Sábado 07 de diciembre de 2024

Que los bancos crean dinero de la nada, lo sabemos. Y que ese nuevo dinero, al entrar en la economía, diluye el valor de nuestros salarios y ahorros y nos empobrece, también lo sabemos.

Así es, la inflación nos empobrece siempre que no se dé un aumento de la producción de bienes y servicios en una economía y eso no está ocurriendo en España. Recuerden que la inflación es el proceso de inflar con nuevas unidades monetarias una economía. La consecuencia del deterioro del valor de la moneda es que los empresarios y comerciantes suben precios para equilibrar ese desajuste del valor de la moneda en la que cobran sus bienes y servicios. Quieren seguir ganando lo mismo que antes.

Pero los bancos, ya sea el banco central o bancos comerciales, no son los causantes originales. Si emiten nuevo dinero es porque alguien se lo pide aunque el banco central puede condicionar a que le pidan más o menos porque decide cuál es el tipo de interés de una economía.

Es el gobierno quien gasta más de lo que ingresa y cubre la diferencia con deuda que pide al banco central. Dinero que deberemos devolver con nuestros impuestos, actuales o futuros

¿En qué momento normalizamos lo de que un gobierno puede gastar más de lo que se tiene? En una familia o en una empresa privada se mira a rajatabla el equilibrio presupuestario ¿Por qué nuestros políticos no lo hacen? ¿Será porque disparan con pólvora del rey y la ciudadanía tiene bajo conocimiento financiero como para entender que afecta a sus bolsillos? ¿Será porque, cada vez más personas, dependen de salarios y ayudas públicas y no morderán la mano que les da de comer, otorgando patente de corso a que el gobierno gaste sin impunidad más de lo que ingresa?

Sobre la creación de dinero, existe una diferencia entre el nuevo dinero que presta un banco central o el que presta un banco comercial.

Me ha gustado la reflexión que he escuchado esta semana a Daniel Lacalle en un podcast de Inversor Racional y quisiera compartírsela: Por cada unidad monetaria que crea un banco comercial, existe un activo que la soporta: una casa, un proyecto personal o profesional, una fábrica, etc. Eso no ocurre cuando el que presta es el banco central.

Normalmente, un banco comercial crea dinero para llevar a cabo un proyecto. El crédito, bien usado, facilita el progreso.

Sin embargo, un banco central crea dinero de la nada sin respaldo alguno ni estudio de la solvencia del prestamista. Al ser para el Estado, se le supone capacidad infinita de devolución del crédito, y se le da lo que pida.

Lo diferencial respecto a la banca comercial es que ese dinero que se crea para el gobierno va a detraer riqueza presente y futura vía impuestos.

Nuestros impuestos futuros irán a devolver esa deuda de hoy. Es decir, el Estado se endeuda hoy para un mayor empobrecimiento de la población, no solo la actual sino también la futura.

En resumen, aun empobreciéndonos, la deuda que otorga un banco comercial ayuda al progreso, mientras que la que otorga el banco central detrae impuestos de la población. Ambas deudas generan inflación, sin embargo, la del gobierno, además de empobrecer por la inflación lo hace también por la vía de los impuestos presentes y futuros. Por eso, podemos decir que el gobierno es un aspirador de riqueza, por partida doble.

Les recomiendo que vean la página web: https://dondevanmisimpuestos.es y verán de manera muy visual cómo, año tras año, el gobierno gasta más de lo que ingresa. Vean el indicador “capacidad/necesidad de financiación” que está compuesto por la diferencia entre los ingresos y los gastos, no financieros.

La conclusión es que desde 2008 los políticos no han cumplido con su cometido de gestionar en función de lo que tienen. Es cierto que vino la crisis, pero nuestros gobernantes llevan los últimos16 años aspirando nuestras riquezas.

Ya tienen una pista de por qué nuestros padres podían comprar una vivienda, aun con tipos de interés más elevados, y los jóvenes de hoy en día lo tienen tan complicado.

Cuando voceros del gobierno, opinadores televisivos, o personas dependientes de sus pagas le digan que los impuestos son necesarios porque sirven para crear carreteras, hospitales o colegios, díganles que, también van a pagar la ineficaz gestión de gobiernos anteriores.

Estoy hablando de gobiernos que, dado su cortoplacismo y su visión para mantenerse en el poder cuatro años, incurrieron, de manera sistemática en gastos mayores a los que podían y que no hacen otra cosa que aspirar la riqueza de sus ciudadanos presentes y futuros con el único fin de perpetuarse en el poder.

Son gobiernos que están dirigidos por gobernantes que, si incumplieran sus presupuestos de manera reiterada en una empresa privada no durarían un telediario.

No sé en qué momento dimos por bueno el reiterado incumplimiento presupuestario, pero tras décadas de aspiración de riqueza, han llevado a Argentina de ser un país rico a lo que es en la actualidad.


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