Aquellos que no cumplan con este mínimo deberán esperar hasta los 66 años y ocho meses, incrementando así en dos meses la edad necesaria para quienes no alcancen el umbral de cotización completo.
Este ajuste es parte de una reforma de pensiones diseñada para garantizar la sostenibilidad del sistema. La edad ordinaria de jubilación continuará aumentando de forma gradual hasta 2027, cuando se fijará en los 67 años para quienes no hayan alcanzado los 38 años y seis meses de cotización. En contraste, los trabajadores que cumplan con este requisito podrán retirarse a los 65 años.
Para quienes deseen adelantar su jubilación, las opciones siguen disponibles, pero con reducciones significativas en la pensión. Los trabajadores pueden optar por la jubilación anticipada voluntaria hasta 24 meses antes de la edad ordinaria, siempre que hayan cotizado al menos 35 años. Este anticipo puede conllevar una reducción de entre el 3,26 y el 21 por ciento, dependiendo del tiempo de adelanto.
Se estima que las pensiones contributivas aumentarán un 2,8 por ciento en 2025, asegurando que los beneficiarios mantengan su poder adquisitivo frente a la inflación.