OPINION

No soy de aquí no soy de allá

Julio Fajardo Sánchez | Sábado 23 de noviembre de 2024

No soy de Sánchez ni de Feijóo, de Motos ni de Broncano, de nada de lo que se me ponga en el menú del desayuno para elegir. Ayer me dieron la opción en el postre de decidirme entre frangollo y quesillo, y pedí un plato de las dos cosas bañado con miel de palma de La Gomera. No estaba mal la combinación. Después me quedé pensando en las mezclas y en la salsa agridulce de los chinos. Un poquito de aquí y un poquito de allá es como se han conseguido los mejores platos, ahora confundidos con las espumas minimalistas de los chefs.

Esta mañana, igual que cada día, me he paseado por las páginas de El País y de La Vanguardia, y en los dos leo las mismas cosas, como si estuvieran escritas por la misma persona, y esto me alarma. Todos a vueltas con el debate sobre Motos y Broncano, que parece encarnar la dicotomía de las dos Españas. ¿Es que no hay otra cosa? Cada día me decepciona más este país nuestro, que acabará matándonos de aburrimiento. Si no fuera porque mi prudencia me hace entender que estas fases son inevitables, estaría por decir que empiezo a estar harto, pero uno no puede estar harto de lo que no puede evitar, porque si no, estaría entrando en el juego, y eso no está bien.

Estaba mirando las redes y me entró un video de Amparo Pamplona recitando a Lorca. La muerte de Antoñito el Camborio. “Tres golpes de sangre tuvo y se murió de perfil”. Empieza con “Voces de sangre sonaron cerca del Guadalquivir” y el romance continúa rimando, de dos en dos, con la “i”, esa letra que tanto le gusta a los tenores para lucir sus agudos. Después me di cuenta de que el Prendimiento lo hace en “o”. “Va a Sevilla a ver los toros, sus empavonados bucles le brillan entre los ojos”. La “o” se presta más para barítonos y bajos. Pensando en esto de las vocales fuertes y débiles reparé en que el prendimiento y la muerte del gitano tienen también que ver con la pasión de Cristo, y Lorca empezó a interesarme más de lo que siempre lo ha hecho, si cabe.

Lorca es de la izquierda, entre otras razones porque no es de la Guardia Civil, a pesar de que le diga a Federico que la llame porque siente que se va a morir. Es curioso este verso donde en la agonía se busca el amparo de la benemérita. La Guardia Civil no es buena compañía, pero siempre se la reclama cuando se avecina la desgracia. No sé si con la OCU ocurre lo mismo, Creo que no. Bueno, regresemos al principio. Estaba leyendo El País y La Vanguardia, la misma cara de las dos Españas, una mediterránea y otra mesetaria, con la imagen de Colón presidiéndolo todo, mostrándonos una discusión, aparentemente inocua, entre dos presentadores de televisión. Vuelta a la España de los símbolos, como la de Lorca y la Guardia Civil. Siempre hemos vivido en el mundo violento de los contrastes. A veces pienso que el Caravaggio inventó el claroscuro porque era un rebelde.

De ese enfrentamiento entre opuestos se saca algún beneficio. Es el principio de Newton. Por eso estamos más cómodos accionando y reaccionando. Por eso dejamos atrás aquellos pacíficos años de la transición. Era muy aburrido y nadie sacaba provecho de ello. Por eso estamos otra vez en lo de siempre. Ahora toca lo de Aldama. Podría hacer alusión a la canción diciendo: “Con Aldama o sin Aldama…” pero prefiero lo de ”Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio. Contigo porque me matas, y sin ti porque me muero”.


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