Tras la inyección de fondos públicos para evitar su caída, la compañía propiedad de la familia Hidalgo y Globalia al 80 por ciento se ha visto salpicada por informaciones que apuntan a un posible trato de favor en la operación, gracias a la influencia de altos cargos del Gobierno en el proceso de rescate.
Las sospechas se centran en un investigado cuya figura es clave, Víctor de Aldama, quien habría sido contratado por la aerolínea para facilitar las negociaciones con el Gobierno, dada su cercanía con el entonces ministro de Transportes y a la sazón, número dos del PSOE, José Luis Ábalos; además de con su asesor de confianza, Koldo García, también imputado en un juzgado de la Audiencia Nacional.
Desde hace años, Air Europa lucha por mantener su posición en el mercado frente a sus competidores, situación que se complicó por la crisis de la COVID-19 y el enorme impacto que la pandemia tuvo en su actividad y en general, en todo el sector del transporte aéreo.
En 2020, cuando el Gobierno de España aprobó un rescate de 475 millones de euros para la aerolínea, el objetivo era asegurar la continuidad de la compañía y preservar los empleos en el sector turístico y en el transporte.
Sin embargo, lejos de resolverse, los problemas de Air Europa han persistido, con una disminución de su cuota de mercado.
Además, el grupo británico IAG, propietario de Iberia, lanzó una oferta de compra antes de la pandemia. La crisis sanitaria obligó a renegociar el precio. Finalmente, la operación no cuajó debido a las trabas puestas desde la Comisión Europea en materia regulatoria y de defensa de la competencia, desistiendo de la compra el pasado mes de agosto. Esto supone un duro varapalo para los accionistas de Air Europa, la familia Hidalgo.
El nombre de Víctor de Aldama, un empresario actualmente en prisión por otro caso de presunta corrupción conocido como ‘caso Hidrocarburos’, se ha revelado como un personaje clave. Se sospecha que Aldama fue contratado por Air Europa para facilitar la operación de rescate, por su cercanía y acceso directo a altos cargos del Ministerio de Transportes.
Aldama habría tenido conexiones directas con el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y su asesor de confianza, Koldo García. Este último también está bajo investigación en la Audiencia Nacional por su presunta implicación en la trama de compra de material sanitario y mascarillas, por parte de instituciones y gobiernos autonómicos en manos del PSOE durante la pandemia, como fue el caso de Baleares.
La relación entre Aldama y altos cargos de la Administración está bajo la lupa de la Audiencia Nacional. La presencia de Aldama en reuniones, incluida la controvertida estancia de Delcy Rodríguez, vicepresidenta del Gobierno de Venezuela, en el aeropuerto de Madrid-Barajas, le sitúa bajo el foco de los investigadores.
La implicación de Aldama, así como la del todavía diputado no adscrito José Luís Ábalos, y su exasesor, Koldo García, en la venta de mascarillas al Govern presidido por Francina Armengol durante la pandemia, le llevó a comparecer ante la Comisión de Investigación creada en el Parlament de Baleares, aunque se acogió a su derecho a no responder a las preguntas de los diputados, dada su situación de investigado en un proceso penal.
Las investigaciones judiciales en curso colocan a Air Europa en una posición muy negativa, con una pérdida de confianza por parte de los viajeros que afecta a su capacidad de competir en el sector. Y el desarrollo de las pesquisan podrían empeorar la situación.
Además, está en tela de juicio el papel del Gobierno de Pedro Sánchez, pues se sabe que la esposa del presidente, Begoña Gómez, se reunión con Javier Hidalgo en la sede de la compañía, sin que se haya dado ninguna explicación de la razón de tal encuentro.
Aunque el rescate inicialmente buscaba asegurar la continuidad de Air Europa, el proceso ha derivado en un escándalo que pone en peligro su recuperación financiera; pese a lo cual, la compañía ha comenzado a devolver parte del rescate, como era su compromiso.