OPINION

La senda del gasto

Julio Fajardo Sánchez | Martes 24 de septiembre de 2024

El Gobierno aparca llevar la senda de gasto al Parlamento después de fracasar su negociación en Suiza con Junts. Feijöo dice que no se han reunido con su partido para hablar de esto a pesar de que le echan la culpa de que no se apruebe. Junts no acordará nada con Sánchez porque sabe que lo engaña una y otra vez, y menos después del tripartito que ha llevado a Illa a la Generalidad, copia del que hizo Zapatero en su día, el origen de todos los conflictos territoriales.

Sánchez ha sacado a sus ministros en tromba para acusar al PP de irresponsabilidad y amenazando a las Comunidades Autónomas y a los ayuntamientos de perder dinero. Esto se llama chantaje. Lo correcto sería negociar, pero negociar significa aceptar enmiendas y a eso no está dispuesto este Gobierno prepotente. A veces parece que tienen mayoría absoluta y la sartén por el mango, cuando de lo único que disponen es del panegírico diario de la prensa amiga, por no decir asalariada. Esta es la realidad. Intentar vender otra es continuar con el engaño inaugurado desde el primer día que alcanzaron el poder.

El problema consiste en no admitir que hay otra media España que no está de acuerdo, y gobernar como si ésta no existiera. No puede haber entendimiento con alguien que parte de la premisa de que siempre la razón está de su lado. Hay voces en el socialismo que consideran que esta situación es insoportable. También una prensa responsable se manifiesta en el mismo sentido.

España es una sociedad madura y con criterio suficiente para darse cuenta de la importancia de los problemas que la aquejan. Uno de ellos, si no el más importante, es este empeño de dividirnos en bloques irreconciliables, como si estuviéramos al borde de un enfrentamiento civil, y encima decir que es el otro el que tiene la culpa. Se monopoliza el bien y el acierto en una de las partes mientras el mal está personificado en la contraria, y así no se puede entender que funciona una democracia por mucho que se intente regenerar con signos de autoritarismo.

No se aprobará la senda de gasto porque si se negocia con el PP se acabará el argumento de que hay que evitar que gobierne. Esta versión de la democracia de negar a la oposición, diciendo que es ésta la que niega al Gobierno, incumple con los requisitos fundamentales del sistema.

Quizá este sea el motivo por el cual se evita calificar a Venezuela como una dictadura. Ya no sabemos lo que pensar.


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