La ceremonia militar se inició con la rendición de honores al representante Real, a cargo de una Unidad de Honores, formada por una escuadra de gastadores del Mando Aéreo de Canarias, Unidad de Música del Mando de Canarias, Banda de Guerra N.º 2 de la Brigada “Canarias” XVI, una Sección del Regimiento de Infantería “Tenerife” N.º 49, una Sección del Regimiento de Artillería de Campaña N.º 93 y una Sección del Batallón de Zapadores XVI. Seguidamente se procedió a la revista de la Fuerza por parte del representante de S. M. El Rey, acompañado por el general jefe de la Brigada Canarias XVI, Ricardo Esteban y el Capitán jefe de la Unidad de Honores, Pablo García.
Tras el saludo a las autoridades civiles y militares asistentes, tuvo lugar el desfile militar. Posteriormente, los asistentes se trasladaron al interior de la Basílica, donde se celebró la Santa Misa a cargo del Obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez.
Una vez concluida la función religiosa, la Patrona de Canarias procesionó alrededor de la plaza de la Basílica escoltada por una escuadra de gastadores, ataviada con uniformes de época y acompañada por las autoridades civiles y militares, además de los numerosos fieles asistentes.