El Ayuntamiento de Sevilla ha anunciado una medida contundente para frenar la proliferación de viviendas turísticas ilegales en la ciudad. El gobierno municipal ha decidido cortar el suministro de agua a unas 5.000 viviendas que operan sin licencia en la capital andaluza. Esta decisión se enmarca dentro de un protocolo más amplio acordado con la Junta de Andalucía, que incluye hasta diez medidas para regular el mercado de alquileres turísticos y combatir la actividad ilegal.
El consistorio, liderado por el Partido Popular, busca con esta medida desalentar a los propietarios que gestionan estos inmuebles de forma irregular, afectando así al mercado inmobiliario y la convivencia vecinal. Las viviendas que se vean afectadas son aquellas que, a pesar de haber sido notificadas de su situación irregular, continúan operando sin cumplir con la normativa vigente.