Durante la inspección, los pescadores intentaron deshacerse de sus fusiles de pesca submarina arrojándolos al mar y se negaron a ser identificados. Con todo, los agentes descubrieron 26 kilos de pescado y pudieron recuperar uno de los dos fusiles tras una inmersión en esa zona del litoral.
En una inspección posterior en el entorno de Timijiraque, donde anteriormente se había constatado la presencia de ambos, otros 29 kilos de capturas fueron hallados en una cuneta. En el total de 55 kilos intervenidos se diferenciaron ejemplares de varias especies, entre ellas jurel, abade, gallo, medregal, pulpo o bicuda.
En los días siguientes, el Servicio de Inspección Pesquera realizó un seguimiento de los vehículos de estas dos personas para tratar de identificarlos mediante un control en el Puerto de La Estaca, cuando se disponían a embarcar en el ferry rumbo a Tenerife.
Con la ayuda de la Autoridad Portuaria se identificó a uno de ellos, si bien en su vehículo no se hallaron capturas ni material para la pesca. Sin embargo, en la inspección del otro vehículo, cuyo conductor pudo ser identificado solo mediante una investigación a posteriori, los agentes encontraron una nevera vacía con restos de escamas y otros indicios de haber contenido pescado recientemente.
Además de Punta de La Restinga-Mar de Las Calmas, en Canarias existen otras dos zonas declaradas Reservas Marinas por su valor pesquero y ecológico: La Graciosa e islotes del
norte de Lanzarote, y La Palma. Estas áreas protegidas son fundamentales para garantizar la reproducción y cría de las especies de interés para la pesca, facilitando así la recuperación de los recursos y contribuyendo a lograr una explotación sostenible.