OPINION

De feos va la cosa

Julio Fajardo Sánchez | Martes 02 de abril de 2024

Hace ya bastantes años que cogí el AVE Madrid Barcelona y me pareció caro. Ahora mi hijo hace el viaje con Ouigo y paga 20 euros menos que en Renfe.

El ministro Puente dice que esto es competencia desleal y espera que los usuarios lo entiendan. Yo creo que a los usuarios los ha venido Dios a ver con esto de la liberalización de las vías del ferrocarril. Serían tontos si apostaran por la subida de precios del servicio. Además, si esto se hace en nombre del patriotismo, de la defensa de lo nacional frente a los intereses de los gabachos, peor me lo pones. Lo curioso es que este ministro que bate el récord de intervenciones en Twitter con ridículos improperios a todo lo que se mueve, haya puesto a trabajar a un equipo de funcionarios para que le informen cuáles son los medios de comunicación que lo insultan.

Somos tontos no, lo siguiente. ¿Qué pretende hacer con la información recopilada? ¿Ponerla a disposición de la fiscalía? Estas campañas destinadas a limitar la libertad de expresión son frecuentes en el seno de la izquierda, desde donde se proponen observatorios y métodos de control sobre lo que debe publicarse y lo que no. Ya Pablo Iglesias y Yolanda plantearon algo parecido. Las cacerías mediáticas tienen su efecto, si no que le pregunten al que inició su declive por una foto con una escopeta en Bostwana. Esto, a la larga, no suele dar buenos resultados. Cazar elefantes, o mosquitos a cañonazos, no suele ser recomendable. Recuerden lo que le pasó as Fernando Collor de Melo, presidente de Brasil a principios de los 90, cuya campaña lo titulaba como cazador de marajás y luego fue víctima de la corrupción. Mi abuelo decía, cuando alguien se tiraba un pedo, “el primero que lo huele debajo lo tiene”, y creo que no se equivocaba.

He visto al ministro Puente en una entrevista con Alsina en Onda Cero. He visto a un periodista reírse ante las respuestas de su invitado y a éste marcándose el rollo sin advertirlo. Esto tiene el traérselo preparado de casa o tener presente al argumentario para no fallar en la respuesta. El resultado es transmitir la sensación de que estamos frente a un Gobierno clónico, quiero decir que cloquea, como las gallinas, cada una en su jaula de producción de huevos camperos. Porque en eso consiste el engaño, en hacer creer que hay libertad donde solo impera el dogma y el catecismo. Como los huevos ecológicos, o kilómetro cero, que es como se llaman ahora para luego vender gato por liebre, cuando las gallinas dicen estar sueltas desde dentro de sus jaulas escuetas.

El ministro Puente es paradigmático de esta situación. Dice que los que llaman a Sánchez guapo a él lo llaman feo. Se olvida de que la fealdad en el género masculino es un valor al alza, que el hombre y el oso cuanto más feo más hermoso, y hasta del chotis de Pepe Blanco, no su antecesor Pepiño sino el cantante, cuando decía que todos los feos se ligan las hembras más guapas y como ejemplo ponía a Agustín Lara. Recuerdan: “¡Feo! Bueno, y qué, si las hembras se me rifan cuando voy a las kermés”.

Luego, es verdad, las cosas cambiaron y vinieron Los Sírex a cantar qué se mueran los feos, que no quede ninguno de feo. Yo le diría al ministro Puente que no se queje, que no es tan feo, y que un poquito de brutalidad ayuda bastante en la suerte del flirteo. Si va apareada a una dosis de tontería mejor que mejor. Hoy en día son ingredientes necesarios para el triunfo. Lo de quitarnos los billetes de bajo precio del AVE, eso sí que no se lo va a tragar la mayoría. Los trenes son de la competencia del ramo, lo de la belleza no. Qué no se preocupe. Siempre habrá alguna que diga que está como un tren. Igual no es militante ni nada.


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