El concejal de Bienestar Animal, Carlos Tarife, asegura que “hace un tiempo detectamos que alguien había soltado cangrejos de río en estas charcas, una especie que tiene un nivel de reproducción muy alto, pues las hembras pueden poner hasta 700 huevos, y a pesar de que hemos retirado una gran cantidad, aún quedan ejemplares, lo que supone un peligro para la flora y fauna del parque, así que confiamos en que esta experiencia pueda dar buenos resultados”.
Además, el edil anuncia “que con un informe elaborado por la Fundación Neotrópico hemos solicitado a la Subdelegación del Gobierno que autorice la instalación de cámaras de seguridad para esta zona del parque y para la del Reloj de Flores que, con mucha frecuencia, sufre desperfectos ocasionados por actos incívicos, por lo que de esta forma podremos proteger estos símbolos tan emblemáticos de nuestro parque”.
Por su parte, el presidente de la Fundación Neotrópico, Jaime Urioste, explica que “la suelta de anguilas es una experiencia piloto” y que “se trata de una especie que se encuentra de forma natural en nuestros barrancos, por lo que no estamos introduciendo especies exóticas sino una nativa que únicamente se reproduce en el Mar de los Sargazos, a 800 metros de profundidad, donde después mueren”, por lo que insiste “no se reproducirán aquí, solo actuarán como un controlador biológico, un depredador que se comerá las larvas antes de que crezcan”.
Cabe señalar que la anguila europea es una especie protegida e inofensiva para el ser humano, que en un principio se estudió soltar 50, pero que finalmente se ha optado porque sean ocho, de mayores dimensiones, para poder controlar también las fases más avanzadas de los cangrejos.
La Fundación Neotrópico llevará a cabo prospecciones cada cierto tiempo para controlar el estado de ambas especies. Si con el paso del tiempo se constatara que desaparecen los cangrejos se retirarían las anguilas y se trasladarían de nuevo a la fundación, pero si estos ejemplares de anguilas resultaran insuficientes se procedería a soltar más.