El grupo de Txus Vidorreta pujará estesába do con el Barça (20:00 hora insular) por un puesto en la finalísima del domingo, tras haber hecho añicos los pronósticos en un auténtico duelo de titanes. Un partidazo de principio a fin ante el anfitrión, vigente campeón y uno de los equipos que en mejor forma llegaba al torneo del k.o.
En un ejercicio de resistencia, el conjunto insular sacó a relucir su mejor versión para hacer frente a un señor rival… y al factor Carpena. El ADN competitivo de los aurinegros le mantuvo en partido incluso en los momentos más delicados (55-45) para luego dar un golpe sobre la mesa en una noche de lo más inspirada de Aaron Doornekamp (25 puntos sin fallo y 6/6 en triples) y Kyle Guy (23 puntos y 7 asistencias para 30 de valoración).
El poder interior de Gio Shermadini (17+5); la clase de Marcelinho Huertas, otra vez valiente y eficaz en los minutos calientes; el físico de Elgin Cook (¡vaya mate en la recta final!) y la capacidad del bloque para llevar a la práctica el plan de partido meticulosamente preparado por su cuerpo técnico explican en parte un triunfo de ensueño.
El encuentro nació con un ritmo altísimo y con intercambio de triples. El pulso entre Aaron Doornekamp y Dylan Osetkoski marcó los minutos iniciales, mientras el Canarias trataba de sobrevivir a la asfixiante defensa de los anfitriones sobre la subida del balón.
Con Marce atosigado por el físico de Djedovic y las acciones de dos contra uno, el Lenovo Tenerife mantuvo el tipo por mucho que el Unicaja trataba de romper el partido, con un acierto tremendo desde el 6,75 (6/8 de inicio para un 10/20 al descanso).
La paciencia aurinegra y la fortaleza del bloque atrás neutralizaron la puesta en escena de los locales (21-17, 26-20) en un partido que crecía muy vistoso y a ritmo de vértigo. La irrupción de Kyle Guy acentuó aún más la verticalidad de un equipo, el canarista, que ganaba confianza con el paso de los minutos y amagaba incluso con abrir brecha (36-44).
Sin embargo, el conjunto andaluz endureció su defensa y comenzó a reducir distancias desde el tiro libre para recuperar el mando e irse a la pausa con 49-45, tras un triple sobre la bocina de Djedovic. Un parcial de 6-0 a la vuelta de la pausa ponía el encuentro cuesta arriba para los laguneros (55-45), pero lejos de tirar la toalla, el orgullo aurinegro sacó a flote el barco con un baloncesto de muchos quilates.
Un nuevo fogonazo desde la larga distancia de Aaron Doornekamp y el buen trabajo atrás llevaron el choque otra vez al alambre (55-57), al tiempo que la incertidumbre empezaba a merodear entre la afición local y las dudas comenzaban a aflorar con un Unicaja que pinchaba en hueso ante un Canarias imperial.
El oficio de Marce en la dirección y los balones interiores a un Gio cada vez más dominante en la pintura amagaban con sembrar el pánico entre la afición andaluza (65-70). Pese a todo los de Ibon Navarro se agarraron con todo al partido (74-74), pero con el pulso chico a chico, el Lenovo Tenerife dejó su sello con un baloncesto de muchísimo nivel.
Un canastón de Kyle y un mate estratosférico de Cook disparaban ya la euforia entre la hinchada aurinegra (¡qué manera de animar, pese a estar en minoría!); mientras los de Txus Vidorreta sellaban otra victoria histórica para meterse en semifinales y seguir soñando con argumentos de peso.