El despliegue de los visitantes fue amplio y la partitura del balón como argumento se la discutió durante toda la mañana al conjunto que dirige José Rojo Pacheta.
Desde los primeros minutos, el peligro merodeó la portería local. Muñoz llevó el primer mensaje de los isleños, al pelear un balón largo con el meta Jorgensen. El danés se vio en apuros para arrebatar el cuero al centrocampista.
La mejor ocasión del primer periodo, antes del 0-1, estuvo en las botas de Enzo Loiodice. El galo disparó desde la frontal, a bote pronto, y el cuero se perdió junto al poste.
Las Palmas ofreció también mucha seguridad en el juego defensivo, con un trabajo solidario y alguna intervención de Valles. Cuando parecía que las tablas se firmaría al descanso, llegó el golazo de Saúl Coco en la especialidad del libre directo. El internacional ecuato-guineano colocó un potente disparo lejos de la posición del meta del Villarreal.
Con el 0-1, Las Palmas siguió gustándose en el campo de juego. Y recogió un segundo fruto a sus llegadas después de que la Sala VAR y el colegiado observaran el contacto con el balón del brazo de Mandi, en el área local. El lanzamiento desde los once metros lo convirtió Marc Cardona, goleador por segunda jornada consecutiva.
Tocaba pelear también porque quedaba mucho partido hasta el final. El Villarreal recortó el marcador con un extraordinario disparo de Gerard Moreno, que no pudo rechazar en su estirada Alvaro Valles.
El equipo de García Pimienta vació todo el combustible para defender la ventaja en un partido exigente cuyo segundo tiempo se prolongó 12 minutos. Y Jonathan Viera, en varias ocasiones, pudo anotar. Sus tres disparos fueron peligrosos, incluso con el rechazo del poste en el minuto 102 de juego. Hasta el último instante, los jugadores visitantes llevaron mensajes peligrosos para conquistar en justicia tres puntos de oro.