Estos días hemos visto en los medios, el ridículo absoluto que nuestros dirigentes pueden llegar a hacer, cuando se ven acorralados por las circunstancias.
Esto me ha hecho recordar la filosofía de la escuela Estoica, el estoicismo la cual es una filosofía de ética personal, basada en un sistema lógico y natural de la vida.
Una de sus bases es la aceptación de la vida tal y como es y el evitar imaginar o proyectar situaciones que no existen o no se han dado todavía y que nos hacen sufrir sin necesidad.
Pensaban que « no podemos controlar lo que pasa a nuestro alrededor, pero sí podemos controlar lo que pensamos sobre estos eventos ».
También trabajaban el concepto de felicidad o llamada eudaimonía y especialmente « la virtud » como único bien para los seres humanos »
En los tiempos que corren y escuchando a nuestros dirigentes, se me antoja que muchos de ellos debería de releer esta filosofía, pues es una verdadera vergüenza el ridículo espantoso que están llevando a cabo y que hace que el pueblo sienta miedo, se siente infeliz y evidentemente no virtuoso.
Es por ello que tal vez, recordarles que volver a la matriz y hacer que el pueblo se sienta feliz y protegido, era el único fin de la política.
Así que espero que a alguno se le ocurra utilizar lo que nuestros ancestros tan sabiamente trabajaron y que se vuelvan más estoicos y cultiven sus virtudes, o de lo contrario, tristemente tendremos que comenzar a ver cómo abandonar este país que tantas satisfacciones nos ha dado.