Proyectado por el arquitecto español Fernando Higueras y César Manrique, el edificio combina la arquitectura racionalista de Higueras y los murales, piscina y diseño de jardines del artista y pintor canario.
Hace más de 40 años, Higueras se hizo cargo del edificio principal con la idea de que el hormigón, los encofrados, la geometría de los pliegues y la exageración monumental se confundiesen con la naturaleza y el entorno.
Por su parte, Manrique cogió las riendas de la piscina del hotel, con una superficie de 1.800 metros cuadrados, del diseño de los impresionantes jardines tropicales —con más de 300 especies vegetales— y de los frescos y esculturas que dan color y calor al edificio e interiores.