La 'Operación Ganímedes', como la ha bautizado la Policía Nacional, se inició en diciembre de 2020 a raíz de una denuncia interpuesta por una menor de 14 años en Valladolid.
La presión que este 'depredador de internet' realizaba sobre las víctimas era tan intenso que provocó en alguna de ellas intenciones de autolesionarse mientras que otras han neesitado tratamiento psicológico.
La víctima que presentó la primera denuncia en Valladolid acudió a la comisaria junto a su madre y denunciaron que la menor había entrado en contacto con un "exitoso joven empresario" a través de una conocida red social utilizada por menores. El acosador embaucó a la joven y logró que esta le remitiera vídeos de contenido sexual.
Más adelante ,cuando la menor se negó a seguir enviando imágenes y vídeos, el individuo la amenazó con difundir las imágenes en su ámbito familiar si no remitía más.
Las investigaciones permitieron corroborar la realidad de lo que narraba la víctima y de que el acosador conocía la edad de la joven por lo que, tras meses de investigaciones, se logró identificar al autor en Sevilla, donde fue arrestado.
En el registro en su domicilio se intervinieron dos dispositivos electrónicos para cuyo análisis forense se necesitó un año debido a la dificultad que hubo en poder recuperar la información.
Así, se pudo descubrir que el acosador frecuentaba chats y redes sociales en busca de víctimas muy jóvenes -de entre 13 y 22 años- sin importarle si se trataba de menores de edad. Contactaba con ellas con identidad falsa y se presentaba como un joven empresario y ofrecía trabajo a las víctimas como acompañantes de eventos por el que podrían llegar a ingresar 5.000 euros junto a lo que él denominaba como "caprichos" y que consistían en móviles de alta gama o complementos de moda.
Seducidas las víctimas, el detenido les pedía que remitieran archivos de contenido sexual, presionando y coaccionando a las jóvenes si se negaban o se mostraban reticentes a ello.
Las investigaciones permitieron saber que la cantidad de archivos que debían remitir al investigado rondaban las 100 fotos cada tres días, lo que generaba en las menores un alto nivel de estrés.
En total se han identificado 25 víctimas, de 13 a 22 años, residentes en distintos puntos de España: Mallorca, Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, A Coruña, Tenerife, Las Palmas, Cáceres, Toledo, Pontevedra, Badajoz, Córdoba, Jaén, Burgos y Zamora-, de las que15 son menores de edad y el resto tienen entre 18 y 22 años.
Tras solicitar colaboración de las plantillas policiales del lugar de residencia de las víctimas, se tomó declaración a todas. Las víctimas se reconocieron en las imágenes y reconociendo que la situación les causó una gran angustia por las artimañas y presión ejercidas por el investigado.
Varias de las víctimas han necesitado tratamiento psicológico, ocasionando en alguna de ellas ansiedad y trastornos del sueño llegando varias de ellas a autolesionarse.
Así, el pasado 18 de abril del 2023 se detuvo de nuevo al sospechoso en Sevilla, quien pasó a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Carmona que decretó su libertad con cargos.