El Ejecutivo ha salido este miércoles en bloque para lanzar nuevas críticas contra la postura de Ferrovial en un intento desesperado de cambiar el sentido del voto de los accionistas de la compañía.
Así, tanto la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como el titular de Presidencia, Félix Bolaños, han reclamado a Ferrovial que "digan la verdad" en torno a los auténticos motivos que subyacen tras esta operación de traslado a Países Bajos, y que, según los representantes del Gobierno, no tienen nada que ver con las motivaciones puramente económicas argumentadas hasta ahora por el grupo que preside Rafael del Pino.
No obstante, pintan bastos para las pretensiones del Ejecutivo de obligar a Ferrovial a que reconsidere su actitud, toda vez que este miércoles se ha sabido que uno de los accionistas, el fondo noruego Norges, ha dado a conocer que este jueves votará favorablemente la propuesta sobre el cambio de sede. De confirmarse, Del Pino se habría asegurado prácticamente la mayoría en la reunión de la junta.
También la CEOE, a través de su presidente, Antonio Garamendi, ha defendido la "libertad" de Ferrovial para adoptar las decisiones que estime oportunas.
Entretanto, el Gobierno ha intensificado su ofensiva con veladas amenazas sobre actuaciones de la Agencia Tributaria que podrían hacer zozobrar la operación. En este sentido, la ministra de Hacienda ha señalado que, si sigue adelante con el traslado, Ferrovial perdería determinadas ventajas fiscales contempladas en el régimen de fusiones de la Unión Europea.