"Hoy el mundo perdió a un líder en la búsqueda de justicia para las víctimas del genocidio y delitos conexos. Lamentamos la muerte de Ben Ferencz, el último fiscal de crímenes de guerra de Nuremberg", ha escrito el Museo del Holocausto de Estados Unidos en sus redes sociales.
Nacido el 11 de marzo de 1920 en Transilvania (Rumanía), Ferencz y sus padres llegaron a Estados Unidos cuando el futuro fiscal contaba tan solo con 10 meses de vida.
Se graduó en 1943 y se unió a un batallón de artillería antiaérea que se preparaba para la invasión de Francia. Tras el desembarco de Normandía (en junio de 1944), Ferencz intervino en algunas de las principales campañas en Europa.
A medida que los aliados avanzaban hacia Berlín se fueron descubriendo las atrocidades cometidas por los nazis y Ferencz fue transferido a una Rama de Crímenes de Guerra del Ejército recién creada.
Rendida Alemania (en 1945) se llevaron a cabo los Juicios de Nuremberg en los que Ferencz se desempeñó como fiscal.
Entre 1947 y 1948 fue fiscal jefe del caso Einsatzgruppen (grupos móviles de exterminio que actuaban tras el ejército regular en la URSS que mataron a centenares de miles de personas) y logró la condena de 20 de los acusados.
A Ferencz le sobreviven un hijo y tres hijas. Su esposa, Gertrude Fried, falleció en 2019.