El teletrabajo, no es un derecho adquirido por los funcionarios, sino una forma específica de organización del trabajo, como hay otras diferentes. Los sindicatos, dicen que se ha demostrado que funciona, será en la isla de San Borondón, porque en el resto del Archipiélago, desde luego lo sufrimos., más que gozarlo. Además, hay que destacar, que muchos funcionarios, un porcentaje muy significativo, quieren trabajar presencialmente, son responsables y grandes profesionales. Los citados sindicatos, también piden al gobierno que sea “valiente” y no se deje “amedrentar por las presiones infundadas de determinados empresarios”. Viven fuera de la realidad, porque quienes están hartos, desesperados y enfados, con el teletrabajo y la cita previa, los primeros y más afectados, somos los ciudadanos, que no se equivoquen. Están defendiendo un corporativismo, que no representa al conjunto de los empleados públicos, lo saben, pero se lo callan. Las denuncias más atroces contra el teletrabajo, nos llegan precisamente de los funcionarios, cumplidores, sensatos, conscientes, consecuentes y juiciosos.