OPINION

Gestión de tiempo. ¡No me cambie la cita otra vez!

Beatriz Vilas | Jueves 09 de febrero de 2023

Aunque a muchas personas les pueda resultar extraño, durante muchos años uno de los temas más recurrentes en mi despacho de coaching con los empresarios y los ejecutivos ha sido la gestión del tiempo.

Las empresas me contrataban para realizar cursos de gestión del tiempo, y si usted, ahora, pone en 'San Google' 'Curso de gestión del tiempo' se asombrará de todos los que hay en la red.

Hasta que hace un tiempo, en un curso que realicé yo misma, aprendí que el tiempo no se podía gestionar, porque cada vez es más insostenible poder hacerlo.

La frase de moda es “no tengo tiempo”, o “la vida no me da”, o “no sé gestionar el tiempo”.

Pero la realidad es que el tiempo no se puede gestionar. Podemos aprender a gestionar las acciones que podemos hacer a lo largo del día, pero en los tiempos en los que vivimos llevar una agenda perfecta es casi inviable, ya que vivimos cambiando los eventos y citas de un día a otro.

Este es otro de los inconvenientes que ha traído el estar siempre conectado y tener acceso a poder cambiarlo todo.

Para los que ya tenemos una edad, esto nos resulta muy incómodo, ya que nos da una sensación de descontrol y pérdida de tiempo. Personas que no acuden a las citas médicas, a las reuniones de trabajo, cambios constantes en las citas, es la realidad de todo el mundo.

Pero, ¿cuál es la razón por la que ocurre esto? La sociedad de la inmediatez y la falta de compromiso son los grandes responsables de estas circunstancias.

Yo misma me paso la vida cambiando citas que me cambian mis clientes porque a última hora les ha surgido un problema; o viceversa, personas que tienen una necesidad imperiosa de verme mañana porque, de lo contrario, la semana que viene ya no les sirven mis servicios.

Vivimos en una sociedad en la que el compromiso se ha relegado a muy pocos ámbitos y que se rompen a las primeras de cambio. Lo vemos en el terreno profesional y personal a diario.

Los trabajadores no se comprometen con sus trabajos; los empleadores, con sus empleados; los divorcios están a la orden del día, y así seguiríamos con una lista inacabable sobre la destrucción de los compromisos.

Unido a esta falta de compromiso, nos encontramos con la sociedad de la inmediatez. Lo queremos todo para ayer; los placeres tienen que ser rápidos y fugaces: nada perdura en nuestra sociedad, e incluso lo que compramos lo hacemos por un periodo corto de tiempo, porque pronto se romperá o se destruirá.

Esta sociedad hace que no se respeten los cambios. Las citas, los compromisos, que adquirimos son efímeros, y todo ello nos lleva a un descontrol del tiempo absoluto.

Por tanto, le recomendaría que, si está pensando en hacer un curso de gestión del tiempo, no lo haga, porque terminará frustrado y con dos duros menos en la cartera.

En lugar de eso, haga una lista de tareas que debe de realizar cada día, y si en ese día no consigue terminarla, pásela al día siguiente y vaya acabando día tras día alguna de esas tareas. Porque le aseguro, amigo mío, que será una ardua tarea poder acabarlas todas.

Adquiera solo los compromisos que pueda asumir e intente no comprometerse con más cosas que aquellas que humanamente puede ejecutar; o bien, en breve, se dará cuenta de que su agenda y su vida son un caos.

Aprenda a trabajar por tareas y táchelas en su agenda según vaya cumpliéndolas; así, tal vez, consiga no desmoralizarse cada vez que le cambien una cita, anulen un trabajo, o les digan que una relación ya no sigue hacia adelante.

Ponga una 'checklist' o lista de tareas en su vida y facilítese el dormir bien por las noches. Seguro que dentro de poco me agradecerá este post que, rápidamente, porque no tenía más tiempo, ha leído.


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