OPINION

También la malversación es homologable

Julio Fajardo Sánchez | Lunes 14 de noviembre de 2022

Ahora, después de la desaparición de la sedición, según se dice homologada a la legislación europea, se pretende hacer lo mismo con la malversación. No sé si aquí también cabe el argumento de la adaptación a las normas de los países comunitarios, a lo que llamamos nuestro entorno, o estamos ante un intento de despolitización de la justicia, o desjudicialización de la política, que viene a ser lo mismo.

Si esto es así, y los tribunales no van a disponer de los cuerpos legales para desgastar a los partidos, a qué tanto empeño en controlarlos. Parece ser que lo de la malversación parte de ERC, y esto hace sospechar que le devuelve el favor a Sánchez, porque, de refilón, se puede aplicar al caso Griñán. Ahora se anuncia un argumentario que va a convencer a todos los españoles de que estamos en la senda adecuada. Es decir, se insiste en que, con una buena campaña explicativa, dentro de unos meses lo que ahora se ve negro se verá blanco como la leche embotellada.

¿Recuerdan eso de “blanco y en botella”? pues eso. En el aire flota la teoría de Iván Redondo que insiste en lo de los 140 escaños. El problema es que este nivel, de ser alcanzado por alguien, presenta la curiosa característica, proveniente del cálculo de probabilidades, de que unos están más cerca que otros de hacer el recorrido para llegar a esa cifra. El problema es que siempre se tropieza con la misma piedra. Ya nadie se acuerda de lo de Madrid. De Gabilondo y de Pablo Iglesias, quiero decir.

El acoso a Ayuso la hizo crecer de forma insospechada. Lo de ahora, con la Sanidad, no deja de verse como un asalto, más allá de los auténticos problemas ciudadanos, convertido en una manifestación de bloques ideológicos desplegando sus banderas revolucionarias. Por más que se intentó que fuera una protesta razonable y razonada, se convirtió en una marcha en bloque de la izquierda, como si ese sector ideológico fuera el único que padece la precariedad de los servicios de salud. La sensación vuelve a ser la misma y la presidenta de la comunidad sacará rédito asumiendo su posición calculadamente victimista.

En esta tesitura, la operación 140 escaños anunciada por Redondo favorece a la oposición y perjudica a un gobierno que no puede evitar su desgaste. Mientras la izquierda se empeñe en plantear la batalla como si fuera el barrio de Salamanca contra Vallecas, mal lo tiene, porque, según demuestran los resultados de las últimas elecciones regionales, el voto se distribuye de manera uniforme por todo el territorio, superando la estrategia obsoleta de la lucha de clases más propia de paraísos totalitarios ya desaparecidos.

Por lo que observo, cada paso adelante abre más profundamente la brecha entre los bloques. La fórmula del entendimiento se aleja cada vez más del panorama de las posibilidades futuras. La gente entendería que lo de la sedición merecería la pena en tanto a la tan cacareada operación de bajar el suflé catalán. Pero, ¿y lo de la malversación? ¿Cuál es el objetivo? ¿No creen que eso sería mucho más difícil de explicar con un argumentario destinado a convencer exclusivamente a quienes lo consumen a diario, y no a todos, como se denota por las declaraciones de la mayoría de los barones? En fin, ellos sabrán.

Es difícil que el personal entienda que una política basada en la subsistencia se convierta, de la noche a la mañana, en una causa defensora del interés general. En lógica, llevar lo particular a lo general se llama inducción completa. No creo que este concepto sea aplicable a lo que sucede en este país de conejos, donde algunos se sorprenden de verlos descuerados, y en posición de carrera, en los lineales de Mercadona.


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