OPINION

¡Don't cry for me Argentina!

Miquel Pascual Aguiló | Viernes 16 de septiembre de 2022

“Don't cry for me Argentina” es una canción del año 1976 compuesta por Andrew Lloyd Webber (música) y Tim Rice (letras) e interpretada por Julie Covington en el álbum Evita. La han versionado, entre otros artistas: Madonna, Tom Jones, The Shadows, Olivia Newton John, Paloma San Basilio, Sinead O’Connor y Shirley Bassey.

El tema representa un discurso de María Eva Duarte en el balcón de la Casa Rosada de Buenos Aires, frente a las masas de descamisados, tras ganar Perón las elecciones presidenciales del año 1946 y convertirse ella en la primera dama de Argentina.

“No llores por mí, Argentina”, es la frase que hizo famosa a Eva Perón en el mundo entero y que ella nunca pronunció.

Dos semanas después del intento de asesinato, a las puertas de su residencia, de la vicepresidenta del Gobierno argentino cuando arengaba a sus seguidores para seguir boicoteando la acción de la Justicia contra ella por haber protagonizado sonadísimos casos de corrupción, sigue sin haber nada claro y ya hay quien se ha puesto a hacer cálculos políticos sobre la ventaja que, este circo de atentado, puede darle a la vicepresidenta en las elecciones generales del año que viene.

Según las explicaciones dadas por expertos en armas las razones por la que no se disparó el arma podrían ser: que el arma “no tuviera ninguna bala en la recámara” ya que para disparar estas pistolas, que son semiautomáticas, se debe realizar un gesto para que se “cargue”, o que el arma “estuviera cargada pero el atacante no quitara el seguro a la pistola”. Los escépticos creen que no es raro que la vicepresidenta estuviera tan tranquila si conocía cualquiera de estas razones.

El contexto en el que se produjo ese intento de magnicidio permite alimentar la sospecha de que todo puede obedecer a una estrategia del peronismo, de grupos de presión afines a Cristina o de la propia vicepresidenta para redoblar su apoyo popular, para quien la fiscalía pide doce años de prisión e inhabilitación perpetua para cualquier cargo público, en el juicio en el que está encausada por el supuesto direccionamiento de la obra pública realizada en la provincia de Santa Cruz (sur) durante los años de su Gobierno (2007-2015) y los de su esposo, el fallecido Néstor Kirchner (2003-2007). El enriquecimiento descomunal de los Kirchner y su círculo más cercano es la más que probable consecuencia de décadas de sobornos y comisiones ilegales a cambio de las inversiones públicas adjudicadas durante sus distintos mandatos.

El agresor, fue reducido al momento, pero pasaron largos minutos en los que nadie pareció haber tomado dimensión del peligro en el que se encontraba la expresidenta. Ni ella, que continuó saludando y firmando autógrafos a los simpatizantes que se habían acercado hasta su vivienda en la ciudad de Buenos Aires, ni su custodia, que todavía permitió a su protegida encaramarse sobre un automóvil y sonreír una vez más a sus seguidores, seguir saludando a sus acólitos y firmando autógrafos tras estar a punto de perder la vida. Motivos más que suficientes para pensar que no había habido peligro alguno.

La respuesta de Cristina ha sido la habitual de los dictadores cuando la Justicia los acorrala por sus desmanes, que consiste en denunciar una persecución política y sacar a la calle a sus correligionarios para amedrentar a jueces y fiscales que buscan descubrir la verdad.

La desvergüenza de los peronistas en la manipulación de este extraño atentado ha llegado al extremo que el presidente Alberto Fernández compareció en la televisión pública para hablar de lo que consideró "uno de los hechos más graves desde que recuperamos la democracia" y decretó para el viernes "feriado nacional", al objeto de que sus correligionarios organizaran marchas a favor de la vicepresidenta y contra la decisión de la Justicia argentina de someterla a juicio. En lugar de mantener la neutralidad que se exige al Poder Ejecutivo,

La canción es conmovedora porque, todos los que queremos a Argentina, lloramos la triste realidad de una nación destinada a ser potencia mundial, pero que la han transformado en una triste y pobre república bananera carcomida por la voracidad de la corrupción de una cleptocracia insaciable. ¿Capisci?.