CULTURA

Levanne Aguilar, la escritora irrumpe en el mercado literario con Prefiero los tulipanes

Viernes 24 de junio de 2022

Un obligado parón laboral permite a la autora tinerfeña rematar una excelente novela romántica arrancada muchos años atrás y que ha llamado poderosamente la atención de Editorial Caligrama, que no ha dudado ni un segundo en ficharla



Levanne Aguilar es un nombre que habrá que tener controlado. La autora canaria parece haber dado el golpe en el concurrido mercado literario con una ópera prima, algo que no resulta nada habitual en los tiempos que corren. Seguramente tenga algo que ver el hecho de que Prefiero los tulipanes, que así se titula su novela, fuera un proyecto arrancado tiempo atrás y que se ha cocido a fuego lento. Como tantas veces sucede en la vida, los tipos inteligentes saben convertir la necesidad en virtud, y así lo ha hecho Aguilar, que no ha dudado en rematar su manuscrito aprovechando un obligado
parón laboral. Bien por ella, «una madre a tiempo completo», que así es como se define. Y bien por la ágil Editorial Caligrama, que no ha dudado en sumarla a su porfolio de autores publicados.

La obra nos habla de un personaje protagonista en femenino con hechuras de convertirse en memorable: Estela. Rozando la treintena de años, su vida da un salto de calidad cuando logra un puesto de trabajo en su empresa soñada: RubyCosmetics. En la faceta personal, se muda a la casa de su abuela, que ha sido redecorada. Lo hará con Olivia, una amiga de la adolescencia a la que había perdido la pista, como compañera de piso. En la figura de lo que quizás podríamos considerar como antagonista aparece Lobo, un tipo muy capaz de intimidar y cautivar al mismo tiempo. El carrusel de experiencias que esperan a la protagonista supondrán un tobogán de emociones del que el lector no querrá bajarse hasta conocer en qué cristaliza.

«Nadie duda de la belleza, la exuberancia y la perfección de las rosas, a pesar de sus espinas. Aun así, yo siempre he preferido los tulipanes: elegantes y discretos. Y menos hirientes». Son palabras de la autora, a la que podemos definir como una genuina apasionada de las letras desde su infancia, cuando ya apuntaba maneras al ganar un premio de cuentos con tan solo diez añitos. A pesar de que profesionalmente su camino ha sido el de la Economía, su pasión por la escritura se ha mantenido, hasta el punto que cree llegada la hora de afrontar el reto de arrancar una carrera literaria. Candela, su hija y su motor vital, encabeza la lista de las dedicatorias de su primera obra publicada.

Quizás el mayor tesoro que posee como autora es que tiene facilidad para conectar con la audiencia, algo que es poco menos que un tesoro. Su prosa es directa y fresca, con el punto de cocción adecuado para alcanzar la amenidad profunda con historias románticas en las que resulta fácil verse reflejado. Aguilar tiene buen ojo para entender las relaciones humanas, de eso no hay dudas. ¿Un ejemplo? « ¿Sabes ese escalofrío por la
espalda del que mucha gente habla? Doy fe de que existe. Pero, de repente, me encontré con un montón de sentimientos encontrados. Por una parte, éramos dos adultos cuya atracción mutua era más que evidente y, en ese momento, nada me apetecía más que arrancarle la camiseta a mordiscos y besar cada centímetro de su piel...».

Tentador, muy tentador.

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