OPINION

La "X" del caso Pegasus

Jaime Orfila | Sábado 14 de mayo de 2022

El caso de las escuchas del CNI ha vuelto a quebrar las costuras del Estado. Miembros del propio Gobierno de España han criticado duramente las actuaciones de los servicios de inteligencia español por actuaciones aparentemente pertinentes, claramente necesarias y realizadas dentro de la legalidad.

Las acciones de un organismo básico para la seguridad del país han sido puestas en entredicho y la desconfianza que se ha creado en torno a él supera nuestras fronteras.

La posibilidad que los servicios de inteligencia de otros países, en un momento especialmente crítico en la esfera internacional, compartan información delicada y clasificada se ha visto claramente afectada. Con ello, podemos entender que nuestra seguridad ha quedado amenazada.

El cortafuegos político se ha colocado sobre la cabeza de la directora del CNI, Paz Esteban, sin que se haya evidenciado que haya actuado de forma incorrecta ni inapropiada. A tenor de las informaciones publicadas, han basado la justificación en "fallos en la seguridad de las comunicaciones" de miembros del ejecutivo, que en realidad son competencia de Bolaños. De hecho, Félix Bolaños, es el verdadero pirómano del caso, tras una rueda de prensa perversa e incendiaria y una visita dominical a la consejera de la Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà. Sus acciones han elevado el fuego a la categoría de incendio. Lo alarmante de la situación no es la “X” de Pegasus, que lo es.

Es importante conocer quien dio las órdenes a la directora del CNI, Paz Esteban para que en el ejercicio de sus funciones vigilara a los que querían dividir a España. Lo neurálgico del caso Pegasus no es esencialmente el de las escuchas, que lo es.

Lo aterrador es su negligente gestión. Lo verdaderamente inquietante es la “Z”; quien ha entregado la cabeza de la responsable de los servicios de seguridad españoles a los independentistas. Lo preocupante es que el gobierno dedica sus esfuerzos a los líos entre las formaciones que le dan apoyo por temas partidistas. Se concentra en el relato de la confusión para difuminar sus consecuencias mientras los aspectos que afectan al día a día de los ciudadanos están desatendidos.

Lo perturbador de la destitución de Paz Esteban del CNI, es que es la “penúltima” de una serie de ceses realizados del Gobierno de Pedro Sánchez entre funcionarios de alto rango destituidos por la presión de los que quieren desestabilizar España. Sin ánimo de ser exhaustivo, los abogados del Estado Edmundo Bal y Carmen Tejera, la jueza y ex ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante destituida del Tribunal de Cuentas, los coroneles de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos y Sánchez Corbi, el propio ministro Josep Borrell, fueron cesados o tuvieron que dejar el Ejecutivo por presiones de los propios socios de gobierno. La sospecha es que la “Z”, la mano que corta cabezas es la misma que hace justo un año se cargó, sin despeinarse, medio gobierno elegido por él. ¿Dónde está el problema? Buen finde


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