En la semana santa de 2012 desde noincineraciontenerife se denunció cómo los campistas que se encontraban en una de las playas que ha sobrevivido al puerto de Granadilla tenían que abandonar rápidamente la zona,
Estos acontecimientos, puntuales normalmente, se transformaron en una gran laguna «natural» donde toda esta porquería se iba depositando y que ha ido a más, en 2017 nos referíamos a ello mediante un comentario que fue remitido al SEPRONA que se comprometió por escrito a dar trámite al asunto, pero nunca más se supo.
Pero en fin, una década después lo que nos encontramos es que esa laguna ha ido creciendo y ha tomado de manera ya casi permanente el frente de playa, era curioso ver a los campistas esta semana santa 2022 apostarse en las lomas del entorno pero lejos de esa zona, simplemente por pestilente, insalubre y peligrosa.
Esa es la situación, poco más se puede hacer en verdad, cualquier empresa o particular que sometiera al entorno a una agresión de esta naturaleza se vería metido en un buen lío de consecuencias, con la legislación actual en la mano, bastante desagradables. Qué hemos hecho en esta tierra que las leyes año tras año y décadas tras décadas se las pueden saltar unos cuantos, habitualmente los más poderosos, mientras unos purines a alguien que cría tres vacas le pueden costar un disgusto serio.
Tremendo, imágenes de este sábado 23 de abril vuelven a poner en evidencia una situación verdaderamente increíble a las alturas que estamos del siglo XXI, en el continente africano sí pero afectados por una normativa europea radical frente a estas agresiones injustificables al entorno.