OPINION

75 años de Cáritas española

Juan Pedro Rivero González | Jueves 24 de febrero de 2022

Esta semana ha aparecido en las redes sociales algunas informaciones en torno a la celebración del 75 aniversario de Cáritas Española. La Confederación de Cáritas diocesanas de España que desde hace tres cuartos de siglo viene coordinando, animando y promoviendo la acción social y caritativa de las Iglesias en España. Ciertamente es una efeméride significativa, porque sí que son ya años de servicio.

Me preguntaba si solo hace estos 75 años que existe la acción social de la Iglesia. Y hay que distinguir para entender, como siempre y en todo. Con aquella ayuda americana de la década de los años 50, que llegó para aliviar la dura situación de la postguerra civil española, los secretariados diocesanos de Caridad creados a tal efecto se fueron transformando en las Cáritas diocesanas. La confederación de estas realidades diocesanas y la vinculación con otras Cáritas nacionales y la Cáritas Internationalis es la concreción que cumple, este año, su 75 aniversario.

Pero la Caridad es más antigua. Muchísimo más antigua. Fue fundada tras un gesto de Jesús con sus amigos en la cena de despedida en la que instituyó la Eucaristía. Tras lavarles los pies les dijo: “Haced vosotros lo mismo”. Y así lo hicieron entre las viudas y los huérfanos, entre los enfermos y los pobres, revistiendo la piel extensa de la tierra del valor de la compasión y del cuidado fraterno como expresión del amor al prójimo.

Hasta fue más antigua la cuestión, pues el sueño de la realidad se deriva de un infinito acto de amor divino que nos ha dado la posibilidad de ser capaces de amar y ser amados, como definición de humanidad. Pero la Iglesia aprendió de Jesús. Unas veces más institucionalizada que otras, unas veces con mayor acierto que otras, desde hace más de veinte siglos, viene haciendo el bien a los pobres porque así lo aprendió del Maestro.

Hace 75 años, esta forma concreta de organizar la caridad cristiana, nació entre nosotros. Y hemos de estar muy agradecidos de quienes la pusieron en marcha, de aquellas personas voluntarios que la iniciaron, de cuantos a lo largo de este tiempo han donado, trabajado, servido, a los últimos y no atendidos. Con la apertura permanente a modificar sus maneras de ayuda para responder cada vez de mejor manera a la dignificación de la ayuda mutua y del amor fraterno.

Y lo hermoso no es que haya algunos que se vincularan a este movimiento de la Caridad. Lo realmente maravilloso es reconocer que todos los discípulos de Jesús formamos parte, incluso estatutariamente hablando, de Cáritas. Es la acción social de la Iglesia. O sea, de todos los que la conformamos.

Así que, agradecimos a esta milenaria memoria de amor al prójimo, nos felicitamos todos por estos 75 años de Cáritas Española. Ya nos tocará a nosotros recordar nuestros 70 años.

Un pedazo hermoso de nuestra historia reciente.


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