El diputado del Grupo Nacionalista Canario, Juan Manuel García Ramos, ha advertido que la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible no contemple la acelerada evolución demográfica de Canarias y su exigible modulación. “Se pierde una oportunidad de enfrentar con la urgencia, la profundidad y la imaginación necesarias, el estudio de medidas convincentes relacionadas con ese crecimiento poblacional excesivo que se ha convertido en una amenaza de convivencia”
Los datos son claros. Entre los años 2000 y 2020 la población de Canarias creció un 32 %, dos veces más que la media española y ocho veces más que un territorio parecido que puede servir de referencia, como puede ser el País Vasco, que aumentó su población en ese periodo en solo 100.000 personas, mientras que Canarias lo hizo en 530.000.
Canarias presenta una densidad de población de 292 km cuadrados con una evolución ascendente. “Si calculamos la densidad de población y eliminamos el territorio protegido (42 %), la densidad de la población en las islas pasa de 292 habitantes por kilómetro cuadrado a aproximadamente unos 500 habitantes por kilómetro cuadrado”, explicó.
Y con vistas al futuro, “el INE nos anuncia que entre 2020 y 2035 está previsto un crecimiento de un 8’4 %, lo que el CES traduce en una población de 2.493.956 en 2033”, alertó.
Las consecuencias de ese crecimiento se han dejado sentir en vertidos incontrolados de aguas sin depurar en nuestras costas, en el excesivo consumo energético y la consiguiente contaminación hasta que sigamos con los combustibles fósiles, en el uso del agua, mayormente procedente de desaladoras, que también se abastecen de energía, en el aumento de residuos sólidos de difícil procesamiento, en parques móviles disparatados, en la escasez de viviendas, en los niveles de inseguridad ciudadana, en atenciones hospitalarias, en el atropello del paisaje y del medio ambiente…
Ya se hicieron advertencias en 2003: la aprobación por unanimidad en el Parlamento de Canarias de las llamadas Directrices de Ordenación General, “venían a reconocer la necesidad de frenar la desmesura del crecimiento poblacional en nuestro Archipiélago”.
Asimismo existe un acuerdo entre el Gobierno del Estado español y el Gobierno de Canarias de 2005, Zapatero y Martín Menis, para constituir un grupo de trabajo bilateral para analizar la preocupante evolución de la población en las Islas durante los últimos años.
También en 2008, el Parlamento Europeo aprobó, en la sesión del veinte de mayo un informe preparado por la eurodiputada francesa Margie Sudre sobre la especial atención que la Unión Europea habría de prestar en las Regiones Ultraperiféricas a cuestiones como la inmigración y el crecimiento demográfico.
“Europa es el continente de la razón y no es de extrañar que un asunto tan diáfano como la regulación de la carga poblacional que pueda soportar un territorio limitado se contemplara; lo curioso es el tiempo que nos hemos tomado en el Archipiélago para llegar de modo consensuado a las mismas conclusiones., y que ahora, con la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible en plena vigencia, sigamos orillando el problema y dejándolo para más tarde”, concluyó el diputado.