El guitarrista, acompañado por la talentosa Celeste Caramanna, dará un concierto este sábado 18 a las 20:00 horas
Diego Figueiredo trabaja con los ritmos de la música brasileña a través de la maestría de las seis cuerdas y consigue transmitir en cada nota una alegría solo al alcance de unos pocos virtuosos. El músico, nominado a un Grammy, ofrecerá un concierto junto a la cantante Celeste Caramanna en el Teatro Guiniguada este sábado a las 20:00 horas. Las entradas están disponibles en la web del espacio.
George Benson, uno de los artistas más populares del jazz, funk y soul de la historia, ha definido a Figueiredo como uno de los mejores guitarristas que ha visto en su vida. En sus palabras, “el mundo necesita escuchar su música. Definitivamente está pasando a la historia de la música y del jazz”. El guitarrista es un autor que conserva la tradición y esencia de la música brasileña, pero consigue abordarla desde un punto de vista contemporáneo e innovador y siempre con un contagioso toque alegre.
En la actualidad, es uno de los guitarristas más cotizados del mundo gracias a su habilidad y originalidad. Explora el jazz y la bossa nova con maestría como si mantuviera una conversación con su instrumento para transmitir cada emoción con intensidad. Esta relación entre músico y guitarra, dicen, empezó desde que era muy pequeño y ya con cuatro años tenía la intención de emocionar con las seis cuerdas. A los 12 comenzó a improvisar y poco después empezó a colaborar con bandas locales mientras estudiaba en el conservatorio de Brasil. Tras conseguir una beca para estudiar en Berklee College of Music, su carrera ha estado plagada de premios, reconocimientos y galardones, tales como el segundo lugar en el Premio Visa de Música Brasilera y su victoria en el Montreux Jazz Guitar Competition.
En 2019 se cruzó con la talentosa cantante italiana Celeste Caramanna. Se conocieron en una acción conjunta en Londres y desde esa fecha tienen planeados nuevos encuentros musicales. A través de la evocadora voz de la cantante y el virtuosismo de Figueiredo, los artistas aspiran a ofrecer un concierto que despierte la alegría y felicidad de los espectadores.